Hoy en día existen una infinidad de formas de relaciones amorosas que se pueden dar en una pareja. Hay quienes siguen teniendo las convencionales relaciones monógamas y exclusivas, mientras otras han optado por relaciones liberales, el poliamor o la anarquía relacional, donde no existe etiqueta ante un vínculo afectivo. Lo que está claro es que en cualquier tipo de afecto se necesita una comunicación y un cierto consenso. Un punto medio que muchas veces lleva a a las parejas a establecer reglas o normas de pareja para evitar enfrentamientos o crisis y respetar la personalidad o necesidades de la otra persona.
Bailey McPherson, una madre tiktoker de Estados Unidos, se ha viralizado precisamente por difundir cuáles son las ‘normas matrimoniales’ que tienen ella y su pareja. Aunque la respuesta de los usuarios no ha sido positiva. De hecho, la mayoría de quienes se han animado a opinar tachan la relación de McPherson de “tóxica y vergonzosa”.
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¿A qué se debe toda esa negatividad?
En un primer vídeo, McPherson empieza explicando que la primera regla en su relación es que ni ella ni su marido pueden tener amigos del sexo opuesto. Repito, AMIGOS.
Luego agrega: “No mejores amigos/amigas de oficina en el trabajo, o estar a solas con el sexo opuesto ni enviar mensajes de texto al sexo opuesto sin que el otro lo sepa”.
En un segundo vídeo, la mujer sigue exponiendo normas que hacen referencia a creencias y mitos tóxicos que se han inculcado en la sociedad cuando hablamos de amor y de parejas. Dice, por ejemplo, que ella y su marido tienen prohibido “desear a los demás”, seguir “páginas escandalosas o ver pornografía” y “masturbarse”.
McPherson se ha defendido de las críticas inhabilitando los comentarios de TikTok y asegurando en un vídeo que esas normas no emanan de una falta de confianza, sino que tratan de establecer unos “límites de respeto”.
Solo un 5% de las especies que habitan el planeta son monógamas (una única pareja). Aun así, los humanos elegimos, hace muchos siglos, que este era el único modelo de relación válido.
La cultura occidental está construida sobre la monogamia y durante muchos años cualquier otra forma de relación ha sido despreciada y juzgada. Pero desde que las relaciones no convencionales han ido ganando visibilidad, la sociedad se ha replanteado lo que significa amar a una persona y el “cómo se debe amar”. En ese proceso hemos ido desmontando creencias y mitos que teníamos interiorizados como únicos y correctos. Ideas que a la postre hemos entendido que nos llevan a una relación no sana. Cosas como creer que tu pareja te pertenece. O que tu pareja no puede sentirse atraída por otra gente. Que el amor es una competición. Que para amar se debe sufrir. O creer que la dependencia emocional significa amor…
Sea cuál sea la forma que establezcas de amar, una relación debe estar basada en el respeto y la autonomía. Los límites a veces pueden ser contraproducentes y provocar lo contrario de lo que se espera.
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