Laura, una joven mexicana que reside en China, mostró a través de TikTok cómo funcionan allí los servicios de entrega de comida a domicilio. ¿Resultado? Miles de personas de otros lugares han expresado su sorpresa —casi shock— al ver la honestidad que demuestra la gente en dicho país.
Acostumbrados a oír historias de repartidores que se comen parte del pedido por el camino, o de ciudadanos oportunistas que se acaban jalando la bolsa del vecino, cuesta imaginar que esto que sucede en China pueda funcionar en otros lugares.
“Les voy a enseñar dónde nos dejan la comida”, dice Laura. “No pasa absolutamente nada. Literal, te avisan que ya está tu comida. Vienes, bajas por ella y listo”, señala mientras enseña un punto de recogida fuera de unas oficinas.
Parece que la costumbre de las empresas de delivery en el gigante asiático es dejar todos los pedidos en un mismo sitio en el exterior del edificio que se facilita como dirección de entrega. A través de la aplicación, el repartidor avisa al cliente de que su pedido ya está allí y puede bajar a buscar, de entre todos, cuál es el suyo.
Lo fuerte: ninguna de las personas que pasan por allí se plantea coger una bolsa de comida que no sea suya.
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El vídeo muestra como un repartidor llega al lugar, deja el pedido, lo escanea con el móvil y se va en su moto. “La persona debe bajar por la comida y eso es todo”, indica Laura. “¿Nadie agarra el pedido de otro? Claro que no. Cada una tiene su nombre y se queda ahí hasta que llegue el cliente”, añade.
En cuestión de días, el vídeo se viralizó y miles de usuarios reaccionaron ante la inusual escena. Un usuario comenta: “Aquí en Ecuador le roban al repartidor el pedido, la moto y el dinero”. Otra usuaria, esta vez colombiana, asegura que en su país el mismo repartidor se habría comido las patatas fritas antes de llegar al lugar de entrega.
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