El hombre no dudó en llevar a su perro enfermo de cáncer en una carretilla a dar un último paseo por su montaña favorita. Esta pareja estuvo 10 años unida y solo el cáncer los pudo separar
En varias ocasiones se ha declarado al perro como el mejor amigo del hombre, y así lo ha demostrado Carlos Fresco, un sujeto que llevó a su perro con cáncer en una carretilla hasta la cima de una montaña, para que el animal viviera la última aventura a su lado.
Fresco y su Labradoodle de 10 años llamado Monty, solían realizar caminatas en diferentes montañas del lugar. Debido a la condición del perro, el sujeto optó por usar una carretilla para llevar a su mejor amigo de paseo por los lugares que visitaban antes que su vida cambiara por completo…
Lamentablemente, 18 meses atrás, Monty fue diagnosticado con cáncer. Cuando Carlos se enteró que no le quedaban muchos días de vida a su perro, decidió realizar una última aventura.
«Al principio respondió bien a la quimioterapia, pero lamentablemente la leucemia regresó hace unas semanas y comenzó a apagarse rápidamente», dijo Carlos al portal web Wales Online.
Su último viaje
Con el pasar de los días, Carlos pudo notar el deterioro de la salud de su mascota. Su último viaje juntos fue por Pen y fan, una montaña ubicada en Brecon Beacons, en Gales.
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En las fotografías podemos notar que el perrito estaba muy feliz. Según lo comentado por su dueño, este siempre fue muy amable y le encantaba conocer personas.
Cuando realizaban el recorrido, la gente asombrada se ofreció para ayudar a empujar dicha carretilla hasta la cima.
«Para ser honesto, me quedé asombrado por la amabilidad que nos mostraron: unos desconocidos se tomaron el tiempo para decir ‘hola’ y echar una mano para llevarlo a la cima», añadió Fresco.
Monty, el perrito eterno
Luego de disfrutar el panorama y llegar a la cima con la ayuda de las personas presentes en el lugar, ambos aprovecharon para retratar el hermoso momento.
Sin embargo, la salud de Monty se fue deteriorando cada día más. Días después de su paseo perdió la vida. «Subió a mi cama y se acurrucó a mis pies, cuando me desperté había fallecido. Creo que su corazón falló. Sin embargo, se veía tranquilo y me alegro de que hubiéramos ido juntos a una aventura», relató Carlos.
Monty siempre será parte de la vida de Carlos, es por eso que el hombre lo llevó hasta su casa en Londres y decidió enterrarlo en su jardín.
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