El pasado 8 de junio Wilson, el perro que fue clave para encontrar a los niños perdidos en la selva colombiana, desapareció; desde entonces, el ejército de Colombia dispuso a varios de sus hombres para encontrarlo pero infortunadamente, el rastro del perrito se perdió.
La ‘operación esperanza’ la cual se trató de una unión entre el ejército colombiano y varias comunidades indígenas para encontrar a los cuatro niños perdidos, tuvo un final agridulce; las fuerzas militares aseguran que ya no es posible encontrar a Wilson y por eso su búsqueda se canceló.
En contexto – Wilson, el perrito que buscaba a los niños perdidos en la selva de Colombia, también desapareció
El pasado 1 de mayo una avioneta con siete tripulantes desapareció en la selva de Colombia. El 16 del mismo mes, las fuerzas militares colombianas y un grupo de búsqueda de comunidades indígenas encontraron el avión accidentado. En el lugar habían tres cuerpos pero faltaban cuatro tripulantes, todos menores de edad.
Así fue como inició la operación esperanza. El ejército llevó a la selva del Yarí varios de sus perros de rastreo. Wilson, desde el minuto uno demostró sus habilidades y fue quien encontró varios de los objetos que los niños habían dejado en la selva y fue quien finalmente los encontró.
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Este punto es clave. El 8 de junio el perro Wilson desapareció en la selva. El animal siguió el rastro de los niños y los encontró, así lo afirmaron los pequeños cuando fueron rescatados.
Cuando el bloque de búsqueda de la ‘operación esperanza’ encontró a los niños, Wilson ya no estaba con ellos. Inmediatamente, el ejército dispuso a varios de sus hombres y a perras en celo para hallarlo pero no fue posible.
Hoy, a casi más de dos semanas que iniciaran la búsqueda del perro, el ejército canceló la misión. El rastro del animal desapareció.
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«Wilson será recordado como un héroe de cuatro patas. En nuestra Operación Esperanza hemos utilizado todos nuestros recursos, no hemos escatimado en ningún esfuerzo. Empleando todas las capacidades humanas y tecnológicas, colocando comida, dos perritas en celo, pero no hemos encontrado ninguna evidencia«, dijo el general Pedro Sánchez.
De hecho, el último rastro que se encontró de Wilson fueron unas huellas en el lugar donde fueron encontrados los niños. Debido a la humedad, el terreno y las condiciones climáticas de la selva del Yarí, seguir el rastro del perro era más un acto de fe que realista.
«Es improbable que encontremos a Wilson en estas condiciones», agregó el militar. «Ve una persona extraña y se aleja inmediatamente. El lugar es inhóspito, amplio, las huellas que deja son casi imperceptibles y la probabilidad de encontrarlo es prácticamente nula».
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