Los animales extintos como el Dogo, el tigre de Tasmania, la tortuga gigante, el mejillón de Alabama son un ejemplo del impacto negativo que han tenido actividades humanas en los ecosistemas. Según un artículo de The New York Times, los científicos aseguran que 200 especies de animales se han extinguido en los últimos 100 años.
Incluso una nota en The World Counts sugiere que “La tasa actual de extinción es hasta 10.000 veces más alta que el promedio de las tasas de extinción históricas.
Lo anterior es una advertencia para los países que necesitan tomar medidas medioambientales con el fin de proteger la fauna de la Tierra. En pocas palabras, los animales que están extintos nos están dando una señal de que debemos cambiar la forma en que impactamos a nuestro planeta.
Aprovechando esta semana del Día de la Tierra, en PlayGround conoceremos los 10 animales extintos que desafortunadamente no volveremos a ver.
Animales extintos:
El delfín del río Yangtze, científicamente conocido como Lipotes vexillifer, fue una especie de delfín de agua dulce que habitaba en el río Yangtsé, en China. También era conocido como el baiji. Fue declarado oficialmente extinto en 2006, convirtiéndose en uno de los pocos delfines de río que han desaparecido como resultado de la actividad humana.
El delfín del río Yangtze tenía un aspecto único y distintivo, con un cuerpo largo y cilíndrico, adaptado a la vida en ríos. Solía medir entre 2.3 y 2.5 metros de longitud, con un peso promedio de alrededor de 135 kg.
Tenía un hocico largo y puntiagudo, con dientes cónicos en su mandíbula superior e inferior. Su coloración general era gris azulada en la parte superior y blanca en la parte inferior, lo que le ayudaba a camuflarse en las aguas turbias del río Yangtze.
El quagga es uno de los animales extintos más conocidos. Este era una subespecie extinta de la cebra común, se originó en Sudáfrica y se extinguió a finales del siglo XIX, antes de que se descubriera que estaba estrechamente relacionado con la cebra de las llanuras.
Su aspecto interesante mostraba una combinación de una cebra en la parte delantera y un caballo en la trasera. La caza desenfrenada por carne y piel llevó a su rápida extinción en libertad para 1870.
El último espécimen en cautiverio murió en 1883, marcando su extinción definitiva. Los científicos han intentado resucitar al quagga a través de la ingeniería inversa, criando cebras de llanura selectivamente.
Aunque el ADN está disponible para la clonación, hasta la fecha no se ha realizado ningún experimento. El Proyecto Quagga, iniciado en 1987, trabaja en la recreación de cuagas a partir de cebras de llanura en Sudáfrica.
El íbice de los Pirineos, también conocido como bouquetin o cabra montés de los Pirineos (Capra pyrenaica), es una especie de cabra montés nativa de la cordillera de los Pirineos.
Esta subespecie se distingue por sus imponentes cuernos en espiral, tanto en machos como en hembras, y por su pelaje gris pálido en invierno y más oscuro en verano. Durante el siglo XX, la especie estuvo en peligro de extinción debido a la caza excesiva y la pérdida de hábitat.
El 6 de enero de 2000 se halló muerta la última hembra, que vivía en España.
El tilacino, también conocido como lobo de Tasmania, era un marsupial carnívoro que se originó en el Holoceno y era nativo de Australia, Tasmania y Nueva Guinea. Este es uno de los animales extintos del siglo XX.
La especie se extinguió en la Australia continental miles de años antes de la llegada de los colonos europeos, pero sobrevivió en la isla de Tasmania junto con otras especies endémicas.
La extinción se atribuye principalmente a la caza intensiva incentivada por recompensas, aunque otros factores como enfermedades, la introducción de perros y la ocupación humana de su hábitat también pudieron contribuir.
Ver más: Científicos planean revivir al tigre de Tasmania, extinto desde 1936
El dodo (Raphus cucullatus), también conocido como dronte, fue una especie extinta de ave, originaria de la isla Mauricio en el océano Índico. No podía volar, al igual que otras aves del mismo lugar.
Su pariente genético más cercano es el solitario de Rodrigues, y su pariente vivo más próximo es probablemente la paloma de Nicobar.
Con aproximadamente un metro de altura y un peso de alrededor de 10 kg, el dodo tenía un plumaje grisáceo, un pico largo de aproximadamente 23 cm con una punta en forma de garfio para romper las cortezas de los cocos, y patas amarillas y robustas.
A pesar de tener unas alas muy pequeñas, junto con su gran peso y un esternón insuficiente para soportarlo, era incapaz de volar. El dodo es uno de los animales extintos más conocidos y un claro ejemplo de la intervención del hombre en los ecosistemas.
El colobo rojo de Miss Waldron, originario de África Occidental, fue declarado extinto oficialmente en el 2000 al no avistarse ejemplares desde 1978. Sin embargo, evidencia reciente sugiere la supervivencia de un pequeño número de individuos en la esquina sureste de Costa de Marfil.
Tienen una apariencia distintiva: la parte superior del cuerpo es de color negro, mientras que las extremidades y la parte inferior son marrón rojizo, con el rostro azul pizarra y labios rosados.
La foca monje del Caribe es uno de los animales extintos que habitaban en el mar Caribe y probablemente se extinguió en el siglo XX debido a la caza y la sobrepesca.
Vistas por última vez en 1952 en la isla Serranilla, entre Jamaica y Nicaragua, medían entre 2.20 y 2.40 metros de longitud y pesaban alrededor de 130 kg. Aunque se considera extinta, existen avistamientos no confirmados en Haití y Jamaica.
El mejillón de Alabama, nativo del río Mobile en EE.UU., se extinguió alrededor de 2006 debido a la contaminación del agua.
Este molusco filtraba el agua contaminada del río, pero los niveles de polución se volvieron tan altos que el animal ya no pudo soportarlos, lo que reveló verdades más oscuras sobre el agua.
Además, varios tipos de mejillones se extinguieron en Estados Unidos entre 2021 y 2022, según Gretchen Fournier:
El alce irlandés, el mayor cérvido de la historia y uno de los animales extintos más conocidos, en tiempos recientes. Aunque vivió en toda Europa y gran parte de Asia, es conocido con el nombre ya mencionado anteriormente.
Los machos medían hasta 2,2 m a la cruz, incluso sus astas llegaban hasta los 3,5 m. Eran animales polígamos y probablemente reunían harenes de hembras durante la época de celo.
Sus depredadores incluían al león de las cavernas, al hombre de Neandertal y al hombre moderno.
El poʻo-uli fue un pájaro endémico de Maui, Hawái, que se extinguió en 2004, convirtiéndose en el primer pájaro en extinguirse en el siglo XXI. Habitaba en las zonas húmedas de los bosques de los volcanes Haleakalā y West Maui, y su desaparición se debió a la pérdida de hábitat y la introducción de especies invasoras.
Su extinción demostró la importancia de la conservación de los hábitats naturales para la preservación de las especies.
¿Cuáles son las causas de la extinción de los animales? Sin duda alguna, la destrucción de bosques y arrecifes de coral, impulsada por la actividad humana directa y el cambio climático, constituyen las principales causas de la extinción de los animales.
Y por supuesto, la mala gestión de las políticas medioambientales suponen un riesgo para la vida de muchas especies, quienes necesitan protección para su supervivencia.
“Los países occidentales ricos están agotando los recursos del planeta y destruyendo sus ecosistemas a un ritmo sin precedentes. Estamos dispuestos a construir carreteras a través del Serengeti para obtener más minerales de tierras raras para nuestros teléfonos móviles. Hemos saqueado los océanos, devastado los arrecifes de coral y vertido dióxido de carbono a la atmósfera. Hemos desencadenado un gran evento de extinción”, indicó el biólogo Paul Ehrlich de la Universidad de Stanford en California
Además, las principales amenazas para la biodiversidad, según Nature, incluyen explotación (37%), degradación y cambio de hábitat (31%), pérdida de hábitat (13%), cambio climático (7%), especies invasoras (5%), contaminación (4%) y enfermedades (2%).
Los anfibios son la especie más amenazada, pero todos los grupos de especies corren peligro. Según estimaciones, el 41% de los anfibios, el 34% de las coníferas, el 33% de los corales de arrecife y el 36% de los tiburones y rayas están en riesgo, mientras que el 26% de los mamíferos y el 14% de las aves también se encuentran en peligro.
Se espera que la tasa de extinción masiva global aumente para 2100 debido al calentamiento global causado por el aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera.
El profesor Daniel Rothman, codirector del Instituto Tecnológico de Massachusetts, advierte que la Tierra está a punto de cruzar el «umbral de la catástrofe» debido a los combustibles fósiles.
La tasa de extinción actual es hasta 10.000 veces mayor que las tasas de extinción históricas promedio, y nosotros, los humanos, somos casi totalmente responsables de este aumento.
Por otro lado, se prevé que en los próximos 15 a 40 años se extingan animales como el oso polar, el chimpancé, el elefante, el leopardo de las nieves, el tigre, el gorila de montaña, el orangután, el panda gigante, el rinoceronte y el oso koala, entre otros.
Entonces, los animales que están extintos hasta la actualidad son el dodo, tigre de Tasmania, quagga, foca, monje, colobo rojo, íbice de los Pirineos, delfín del río Yangtze, mejillón de Alabama, Alce Irlandes, entre otros.
Sin embargo, se presume que en el futuro ya desaparecerán animales como el oso polar y el rinoceronte.
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