La regla no es una enfermedad. Ni nada malo. No debería doler y si duele quizás es porque hay algo en tu organismo que no funciona como es debido. No es algo vergonzoso. Y no deberíamos ocultarlo. Pero aunque repitamos todas estas frases como un mantra, la realidad es muy diferente.
Los tabúes y el estigma que rodea a la menstruación hacen que, hoy en día, la regla siga siendo más desconocida de lo que debería. Desde PlayGround queremos contribuir a llenar ese vacío con un ‘Quiz Menstrual’ que explica algunas de las curiosidades y falsos mitos que rodean a la menstruación.
Cosas como…
Cada mes igual. Si eres de las que aún no ha sucumbido a todas esas aplicaciones que analizan al dedillo tu ciclo menstrual (y de paso venden unos cuantos datos tuyos a otras empresas), te verás envuelta en sesudos cálculos para averiguar cuándo te tiene que venir la regla. O cuando eres más fértil. O todo lo contrario. Y casi siempre flota la misma duda: ¿cuándo empieza realmente mi ciclo?
La respuesta es muy sencilla: el ciclo empieza el primer día del periodo y varía según la mujer, aunque lo más común es que dure entre 23 y 35 días. Es muy importante saber cómo es nuestro ciclo menstrual como una forma de autoconocernos y detectar qué es lo que falla o cuáles son los cambios que experimenta nuestro organismo.
“Joder, me acaba de venir la regla”, dice tu compañera de oficina. “Vaya, que casualidad. A mí me vino ayer”, contestas tú maravillada. “Eh, que yo también la tengo, chicas”, responde otra de tus compañeras. ¿Qué significa esta brujería? ¿Es posible que se nos haya sincronizado la regla?
Este quizás sea uno de los mitos-leyendas-urbanas-fenómenos-paranormales más famosos de la menstruación. Sin embargo, no hay evidencias científicas sólidas que constaten que este fenómeno sea real y no simple casualidad. Si tienes dudas puedes consultar este artículo en el que indagamos en la «magia» de la regla sincronizada.
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Aunque pueda parecer que la copa menstrual es un invento novedoso que hace nuestra vida más fácil y nos ahorra una pasta en compresas, la realidad es bien distinta. La primera patente se remonta a principios del siglo XX, a los años 30. En 1937, Leona W.Chalmers presentó la patente de una copa menstrual hecha con caucho vulcanizado. Sin embargo, en esa misma época el doctor Earle Haas patentó una nueva empresa: Tampax. Y adivinad cuál de los dos sistemas quedó relegado al olvido hasta dejar de fabricarse en 1963. Afortunadamente, en 1987 apareció la primera copa menstrual de látex y a principios del 2000 la de silicona.
Los primeros tampones aparecieron en el Antiguo Egipto, donde mujeres de clase alta utilizan papiro enrollado como método para contener la menstruación. Más adelante y ya fuera de Egipto, las mujeres utilizaban cualquier material disponible (moderadamente blando) para improvisar unos tampones primigenios: rollos de hierba, fibras vegetales e incluso lana.
¿Qué pasa con la regla en el espacio? ¿Afecta en algo la pérdida de gravedad? ¿Se pierde la regla durante las estancias espaciales? Puede que nunca te hayas hecho esta pregunta, pero estamos seguros que ahora quieres saber la respuesta. La ausencia de gravedad no afecta a la menstruación, ni hace que la sangre fluya a contracorriente ni ninguna fantasía sci-fi que te imaginas. Simplemente es un engorro para las astronautas. En la estación espacial internacional solo hay un baño que recicla sangre y la higiene es complicada en una lata de sardinas con poca agua. Por tanto, la mayoría de las astronautas toman anticonceptivos para evitar la regla.
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Entras al mar con la menstruación y sales sin ella. Suele pasar y lo normal es pensar que el agua tiene un poder mágico que hace que se te corte la regla. Pues no, no hay magia allí. Simplemente, tu útero se sumerge por completo en el agua y la presión contrarresta la gravedad de la sangre que sale de la vagina y esta deja de fluir. Que no sangres bajo el agua no es cuestión de magia, sino de física.
Más allá de gustos personales, tener relaciones carnales durante la menstruación está bien y puede ser incluso beneficioso para tu salud por estas razones: mayor relajación, aumenta la sensación de bienestar, se disminuyen los cólicos menstruales, se facilita la expulsión del sangrado endometrial, se alivia la hinchazón y tensión y se reducen los días de sangrado.
Hala, ya los sabes. Ahora toca ser sinceros… ¿cuántas preguntas de nuestro quiz habrías acertado sin nuestra ayuda?
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