Las víctimas de Joël Le Scouarnec piden que se investiguen también a las entidades médicas en donde trabajó.
Joël Le Scouarnec, un cirujano francés de 74 años, será juzgado por abusar de casi 300 pacientes, en su mayoría niños. El médico ejerció durante décadas hasta su jubilación, pese a que ya estaba condenado.
En el 2020, Le Scouarnec fue detenido luego de que un tribunal lo condenara por abusar de cuatro menores, entre ellos dos de sus sobrinas.
Ahora, se está en la espera por el nuevo juicio que empezará el 24 de febrero y durará cuatro meses. En esta ocasión será acusado de 299 abusos.
El médico se aprovechaba de sus pacientes cuando estaban bajo los efectos de la anestesia general en una decena de hospitales entre 1989 y 2014.
En el 2005 recibió su primera condena por contenido explícito infantil, sin embargo, nunca fue investigado y siguió ejerciendo.
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Foto: AFP
Las víctimas de abuso del cirujano piden que también se juzguen a las clínicas donde trabajó como médico
Las víctimas de Joël Le Scouarnec han aprovechado la visibilidad que se le está dando al caso por el próximo juicio para acusar a las entidades médicas en donde trabajó.
Los abogados de las víctimas, junto a las asociaciones de protección de la infancia, consideran que este caso pone en evidencia los fallos sistémicos que permitieron a Le Scouarnec perpetrar sus crímenes.
«¿Cuántas personas sabían que era un ped*fil* y le permitieron ejercer la medicina en contacto con niños?», cuestionó indignada una de las víctimas a AFP. «Ellos lo sabían y nadie hizo nada. Quiero que sean juzgados».
Joël Le Scouarnec trabajaba en las ciudades de Vannes y de Lorient (Francia) cuando en 2004 el FBI alertó a las autoridades que se encontraba entre las personas que buscaban imágenes infantiles en internet.
Un tribunal de Vannes lo condenó un año después a cuatro meses de prisión, pero con suspensión de pena. Para ese momento, el doctor ya se había trasladado a trabajar a Quimperlé, otra ciudad de la misma región.
En el hospital local se tenía entonces dificultades para contratar nuevo personal, y la maternidad y el departamento de cirugía estaban amenazados de cierre, según Michaël Quernez, actual alcalde de Quimperlé.
«La llegada de un nuevo cirujano pudo vivirse como un alivio», explicó Quernez.
Le Scouarnec no le contó a sus superiores de su condena, sin embargo, uno de sus compañeros de trabajo, el psiquiátrico Thierry Bonvalot, escuchó hablar de su caso por un colega de profesión.
Este último «minimizó los actos de Le Scouarnec. Dijo que era un alcohólico, que se sentía solo, que su mujer ya no lo quería, y no me presentó ninguna prueba de la condena», asegura Bonvalot a la AFP.
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