600.000 personas han firmado una petición para que dejen en libertad a Valérie Bacot, convertida en símbolo de la violencia conyugal en Francia tras relatar su vida de abusos en un libro
Comienza en Francia el juicio contra Valérie Bacot, acusada de asesinar a Daniel Polette, el que fuera su padrastro y marido, tras décadas de abusos. Cerca de 600 mil personas han firmado una petición para exigir la liberación de esta mujer que narró el infierno que vivió durante años en un libro.
Todo empezó cuando Bacot tenía 12 años y Polette, entonces el amante de su madre, empezó a violarla. El hombre fue condenado y encarcelado en 1995, pero la justicia le autorizó, a su salida de la cárcel, a volver a la casa familiar. «Todo volvió a empezar como antes», relata Bacot en su libro, publicado el mes pasado.
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A los 17 años Bacot se quedó embarazada, fruto de una de esas violacines. Su madre reaccionó echándola de casa. En aquel momento ella no encontró más opciones que la de instalarse con el hombre del que era víctima, que acabó siendo su marido.
La vida conyugal no terminó con los abusos. La violencia física pasó a ser cotidiana. Una Navidad él la golpeó con un martillo porque una guirnalda que compró para la decoración del árbol no funcionaba, cuenta la acusada. Otro día la estranguló hasta el desmayo, pese a estar embarazada. Luego llegó la prostitución, obligada por el marido, en la parte trasera de su coche. «Tenía miedo todo el tiempo. Quise huir mil veces», asegura la acusada. Pero temía no poder escapar de su marido violento, que la amenazaba regularmente con una pistola.
Tras muchos años de calvario, Valérie entró en pánico cuando su hija de 14 años le confesó que el padre le había preguntado por su sexualidad. El 13 de marzo de 2016 cogió esa misma pistola con la que tantas veces él la había apuntado y mató a tiros a su abusador. «Quería salvarla», cuenta. Luego, con la ayuda de dos de sus hijos, escondió el cuerpo en un bosque de Saône-et-Loire, cerca de su domicilio. En octubre de 2017 fue detenida y confesó haber sido la autora del crimen.
Toda esta historia la relata la propia Bacot en un libro titulado Todo el mundo lo sabía, donde explica el infierno al que estaba sometida y cuyo título se refiere a que su entorno conocía lo que estaba ocurriendo, incluyendo a la policía, pero nadie hizo nada al respecto.
“Todo el mundo lo sabía. Mucha gente tenía una idea de lo que me podía pasar en la intimidad del hogar. Los golpes, la violencia, las humillaciones diarias… Todos los aspectos invariables de esta vida que no es verdaderamente una vida. Un día, para que él no nos matara, lo maté yo”, escribe Valérie Bacot en el libro.
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El papel de la defensa de Bacot en el juicio
Valérie Bacot alega que actuó en defensa propia y que mató a su presunto abusador porque creía que la mataría a ella y a sus hijo. La mujer ha dejado claro que durante el juicio explicará con detalle el horror que ha tenido que vivir durante 24 años de su vida. Hablará de los continuos abusos, palizas, violaciones, humillaciones y maltratos que ella sufría continuamente por parte de Polette. También relatará que sus hijos fueron a la policía a denunciar la situación y los agentes hicieron caso omiso y no actuaron. Además, contará que no tenía un lugar a dónde ir y que su padrastro la tenía totalmente controlada, lo cual le impedía escapar del lugar.
La defensa utilizará el libro publicado por Bacot donde explica en 198 páginas las cosas que le hacía Polette. Uno de los hechos relevantes que se cuentan en la obra, es que en 1995 Danny fue condenado a pena de cárcel por incesto, pero pocos años después le dejaron volver a casa. Un hecho que Valérie recalca, ya que a nadie le extrañó que él volviera a vivir con ella «como si nada» hubiera pasado. En consecuencia, poco tardó su padrastro en violarla. Su madre tampoco ayudaba, ya que, según Bacot dice, oyó que decía «no me importa mientras no se quede embarazada». Su propia madre permitió que el violador de su hija la tomara como esposa y vivieran bajo el mismo techo.
“Ya ha cumplido su pena, hace 24 años que vive en una prisión, una prisión creada en parte con la complicidad del Estado, porque los servicios sociales no la ayudaron, porque la justicia no condenó a su padrastro a una pena más alta, porque tanto los adultos como las instituciones fallaron cuando esta niña de 17 años quedó embarazada. Es todo el Estado francés el que ha fallado”, manifiesta Florian Maïly, portavoz del comité de apoyo a Valérie Bacot.
Sin embargo, Valérie Bacot no pide la absolución, ya que reconoce que al haber matado a una persona alguna consecuencia debe haber. Eso sí, lo que no ve justo es que se le condene a cadena perpetua por una acción que, según su opinión, fue en defensa propia y para proteger a sus hijos de Polette.
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