La violación grupal de una joven de 20 años en Buenos Aires, a plena luz del día, ha sacudido a la sociedad argentina.
Los hechos sucedieron en una concurrida calle del barrio de Palermo. Comerciantes y vecinos de la zona intervinieron para parar la agresión cuando se percataron de lo que estaba sucediendo.
“Fuimos mi marido y yo quienes socorrimos a la chica. Tenemos una panadería y desde adentro veíamos lo que pasaba en el auto”, explica Natalia. Ella fue quien llamó al 911 cuando se dio cuenta de que una mujer estaba siendo abusada dentro de un Volkswagen blanco aparcado cerca de su tienda.
La comerciante relata que primero se fijaron en un par de jóvenes “bebiendo alcohol, fumando marihuana y tocando la guitarra” al lado de su negocio. Su marido, Orlando, se acercó y les pidió que se retiraran del lugar, que por favor se alejaran de su tienda. “Como no se fueron, nos quedamos mirando hacia afuera y vimos los movimientos dentro del auto”. Entonces se dieron cuenta de lo que estaba pasando.
“Primero pensábamos que era una pareja que estaba teniendo sexo. Pero luego vimos que en el vehículo había otros tres jóvenes, que la manoseaban, la agarraban de los brazos y la obligaban a practicarles sexo oral. Se turnaban”, relató Natalia a medios locales.
Fuera, otros dos tocan la guitarra y cantan, para distraer.
“Miro bien y la chica estaba claramente bajo los efectos de algún tipo de droga, como que cerraba los ojos y estaba totalmente ida. Salimos a ayudarla”.
“Llamamos de inmediato al 911 y conté a los gritos, de manera desesperada, lo que estaba pasando y pidiendo que venga rápido la policía”, cuenta Natalia
Natalia, Orlando y otros vecinos se acercaron al coche para rescatar a la chica. Se encontraron a la víctima con las ropas rasgadas. Apenas podía hablar.
Al verse sorprendidos, los abusadores se defienden, gritan, y lanzan algún puñetazo a quienes les increpan y tratan de aprehenderlos.
“Los cuatro jóvenes estaban también con los pantalones bajados, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir”, señaló Natalia a El País.
El que se llevó la peor parte fue un vecino que grababa lo que estaba pasando con su teléfono. “A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso”.
En medio de la confusión, alguno de los agresores trató de escapar, pero fueron abordados por los vecinos. “Dos de ellos arrastraban a la chica de los pelos y los brazos, otros dos se fueron para una dirección diferente y los restantes se quedaron merodeando el lugar”. Mientras los vecinos seguían con su caza. “Tratábamos de detenerlos con un palo de escoba y con un secador”.
Cuenta Natalia que, cuando lograron sacarla del coche, la chica estaba en shock. Según testigos, presentaba signos de golpes por el cuerpo. “No escuché gritos. La chica no gritaba, no tenía fuerzas ni para gritar”, añade.
Los efectivos de la comisaría 14A de la Policía de la Ciudad llegaron a tiempo de detener a los seis sospechosos. Todos tienen entre 20 y 24 años. Se sospecha que al menos cuatro de ellos abusaron de la víctima en el interior del coche.
La víctima fue trasladada al Hospital Rivadavia. Antes logró explicar a la policía que la noche anterior había salido a bailar con amigos. Cuando volvía a casa se quedó sola esperando el bus y fue interceptada por sus agresores.
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