El joven fue mordido por un letal pulpo de anillos azules. Foto: Freepik/ Dan Schofield- CC
Un joven australiano estuvo a punto de perder la vida luego de que recolectara unas conchas sin saber que allí se escondía uno de los animales más venenosos del mundo: un pulpo de anillos azules.
Jacob Eggington se encontraba nadando y buscando unas conchas en Shoalwater Beach en la ciudad de Perth cuando fue sorprendido por un pulpo venenoso.
Sin embargo, este joven de 18 años no se dio cuenta que había sido mordido por este animal solo hasta que llegó a la orilla para mostrarle las conchas a su sobrina.
“Tan pronto como vio el pulpo, gritó muy fuerte. Agarré al bebé. Ese es uno de los pensamientos más traumáticos de lo que podría haber sucedido», dijo su hermano Joshua al porta 7 News.
Fue en ese momento que descubrieron que el pulpo de anillos azules estaba en una de las conchas.
Lo grave es que Jacob decidió revisar su cuerpo y descubrió que tenía una mordedura del animal; por lo que tuvo que salir de urgencia a un hospital.
Los médicos del Hospital General de Rockingham estuvieron pendiente de su salud durante más de seis horas frente a los efectos secundarios del veneno.
El pulpo de anillos azules es una de las especies más venenosas del planeta y habita en las aguas del océano Pacífico e Índico.
Este pequeño molusco suele llamar la atención por sus radiantes colores azul y amarillo que tienen sus anillos en todo su cuerpo.
Sin embargo, este animal tiene una poderosa neurotoxina con la capacidad para provocarle la muerte a varias personas en cuestión de minutos.
Este veneno es tan letal que puede paralizar a una persona en minutos al privar su cuerpo de oxígeno y provocar su muerte en los casos más graves.
La mayoría de las picaduras no son dolorosas y por eso muchas personas no se dan cuenta que fueron atacadas por este pulpo.
Los expertos de la organización Ocean Conservancy explicaron que todos los pulpos son venenosos; pero este ejemplar tiene unas características que lo convierten en uno de las animales más peligrosos del planeta.
“Su veneno es 1.000 veces más poderoso que el cianuro, y esta potencia del tamaño de una pelota de golf contiene suficiente veneno para matar a 26 humanos en minutos», dijeron.
Los principales síntomas se manifiestan con un entumecimiento muscular, náuseas, pérdida de visión y de las capacidades psicomotrices de la persona.
Pero a medida en que pasa el tiempo, el veneno se expande por el cuerpo generando una parálisis muscular que puede provocar un paro respiratorio.
En la actualidad no existe un antídoto para tratar este veneno y por eso las víctimas de su picadura solo se pueden salvar recibiendo respiración artificial.
Esta no es la primera vez que se conocen historias de personas manipulando estos pulpos de anillos azules en las costas del océano Pacífico.
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