La víctima explicó después que el dinero iba destinado a cubrir las «tarifas de aterrizaje» y «gastos del cohete».
¿A quién no han intentado estafar en las redes sociales? No estás sola, desde que timar es a veces tan sencillo como un simple click, se ha vuelto habitual: en 2020 se cometieron solo en España más de 250.000 delitos de este tipo, cuatro veces más que en 2016. Sin embargo, esta historia es inaudita.
Una mujer de 65 años de la ciudad de Higashi-Omi (Japón) ha sido la víctima de un nuevo «estafador del amor». Un día, la mujer hizo match en la aplicación de citas Tinder con un hombre que decía ser un astronauta ruso trabajando en órbita en la Estación Espacial Internacional.
La pareja estuvo hablando por mensaje a diario y el hombre acabó ganándose la confianza de la mujer. Fue entonces cuando el supuesto astronauta recurrió a ella pidiéndole ayuda. Le explicó que no podían verse porque se encontraba fuera del planeta Tierra y no tenía suficiente dinero para regresar.
El amor tiene precio: 30.000 de euros
Bajo la promesa del amor e incluso afirmando que una vez se reuniesen contraerían matrimonio, el estafador le pidió una gran cantidad de dinero a la mujer. Ella, cegada por el supuesto amor que sentía hacia él, le envió todo el dinero que tenía en aquel momento: 4,4 millones de yenes (unos 30.850 euros) fueron enviados a la cuenta bancaria del hombre con el objetivo de conocerse. La víctima de la estafa explicó después que el dinero iba destinado a cubrir las «tarifas de aterrizaje» y «gastos del cohete».
El amor sí parece ser ciego. Tras enviarle esa cantidad de dinero, el hombre dijo necesitar más. La justificación de esta última demanda fue que habían gastos de su regreso que no había tenido en cuenta al principio. Fue entonces cuando la mujer empezó a sospechar de una posible estafa y decidió denunciarlo a la Policía local. Actualmente se desconoce la identidad del estafador y si ha llevado a cabo esta u otra estafa con otras mujeres.
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La evolución de las estafas románticas
Desde el caso de Simon Leviev, el ‘estafador de Tinder‘, el número de estafas románticas ha aumentado notablemente. Son cada vez más las víctimas que ceden a enviar grandes sumas de dineros a las parejas que han conocido a través de Internet.
Tinder ha tomado medidas al respecto. La aplicación publicó nuevas directrices de seguridad en las que alerta sobre ciertos usuarios que dicen estar atrapados en el extranjero y avisa que cualquier persona que no quiera quedar en persona, hablar por teléfono o hacer videollamadas enseñando así su rostro puede no ser quien dice ser.
Actualmente solicitar dinero en Tinder incumple las condiciones de uso de la aplicación. Aún así, parece que estas medidas no son suficientes para evitar las estafas amorosas ,ya que muchos usuarios siguen cayendo en la trampa de enviar tales cantidades de dinero a personas que no conocen. Que se lo digan a esta mujer japonesa. En Tinder ya nada es imposible.