20 años después de lo ocurrido, el mordisco de Tyson sigue siendo uno de los momentos más populares y reprochables del deporte
Todos saben que Tyson le arrancó parte de la oreja de un mordisco a Evander Holyfield, cosa que, obviamente, no está justificada. Pero para el boxeador, él tenía sus razones.
La pelea entre Holyfield y Tyson era por el título de peso pesado de la asociación mundial de boxeo. Fue el 9 de noviembre de 1996 en el MGM Grand Garden Arena, en Nevada.
Tyson era el campeón para ese momento, quitándole el título a Bruce Seldon apenas unos meses antes de eso. Después de la pelea, Tyson dijo que las mordidas fueron una venganza por ser golpeado en la cabeza en la segunda ronda.
El peleador se quejaba contra el réferi, según él, de que Holyfield estaba utilizando su cabeza para chocarla contra la de Tyson, ejecutando un golpe ilegal dentro del boxeo.
Incluso le enseñó una herida que tenía sobre su ojo derecho después de esquivar un golpe de Holyfield, que en teoría este le habría infligido con un golpe ilegal.
El réferi, que había sido llamado a última hora como reemplazo, dijo que el golpe con la cabeza había sido accidental.
Por esta decisión, Tyson se enfureció aún más y posteriormente presentó reclamo contra el árbitro. Antes del reemplazo, la pelea sería oficiada por Mitch Halpern, que había trabajado en el primer enfrentamiento de los dos boxeadores.
Holyfield fue solo uno de los dos boxeadores que vencieron a Mike Tyson en toda su carrera. Lo habría hecho así en la primera pelea, tras 11 rounds de golpes.
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Había una venganza jurada de parte de Tyson, que ya entraba con esa necesidad al MGM esa noche.
Tyson y su ‘hambre’ de triunfo
Después de formalizar sus quejas y con 40 segundos restantes del tercer round, Tyson tenía a Holyfield en una especie de llave donde le sostenía los dos brazos y por un par de segundos estaba inmóvil. Era esa especie de abrazo de descanso que se dan los boxeadores.
Anteriormente escupió su protector bucal, por lo que se pudiera afirmar que fue premeditado y no producto de un ‘arranque’ momentáneo.
Entonces mordió con fuerza la oreja de Holyfield y arrancó un pedazo, es notable tanto cuando el herido se sobre salta por el dolor, como cuando Tyson escupe el pedazo de oreja que arrancó.
«¿Qué iba a hacer? Tengo hijos que criar. Me seguía golpeando y golpeando con la cabeza. Holyfield no es el luchador que dice ser, no quería pelear», declaró Tyson a la prensa presente después de la pelea.
Tyson volvió a jurar venganza en el momento, pero le revocaron la licencia para boxear y tuvo que enfrentar una multa con reparo de daños a Holyfield y contribuciones a la Comisión Atlética del estado de Nevada de aproximadamente 3 millones de dólares.
Tiempo después Tyson reconoció su error y ha sido abierto reconociendo sus problemas emocionales y personales.
Hoy en día él y Holyfield son amigos y hasta han salido en programas televisivos, podcasts y publicidades juntos. Son dos leyendas del deporte que se respetan mucho.
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