Corría la noche del 22 de julio de 1991 cuando un hombre casi desnudo se acercó a una patrulla de policía para que le quitaran unas esposas que tenía enganchadas en su muñeca izquierda. Los policías intentaron abrirlas pero al ver que ninguna de sus llaves funcionó se dirigieron al departamento en donde el sujeto, quien se identificó como Tracy Edwards, afirmaba que había un hombre que lo había intentado asesinar.
Una vez llegaron al lugar los policías se toparon con un hombre llamado Jeffrey Dahmer, quien se mostró muy colaborativo con las autoridades y nunca negó que le había puesto las esposas a Tracy. De hecho contó, parcialmente, la verdad de lo que había sucedido: Dahmer le ofreció a Tracy 100 dólares por dejarse tomar fotos desnudo.
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Sin embargo, el sujeto omitió contar que había intentado drogar a Edwards, que lo había amenazado con un cuchillo y que, además, había amenazado con comerse su corazón mientras veían ‘El Exorcista III’. Durante un descuido de Jeffrey Dahmer, Tracy lo golpeó y logró escapar con vida del departamento evitando así ser la víctima mortal número 18 de un asesino en serie que hasta ese momento no estaba identificado.
Cuando los policías le preguntaron por las llaves de las esposas, el entonces desconocido asesino invitó a pasar a los policías para que lo ayudaran a buscarlas. Esa vez, la suerte no estuvo de su lado y un policía encontró unas fotografías que había tomado a los cadáveres de sus víctimas.
En ese momento Jeffrey Dahmer intentó escapar, pero fue capturado en cuestión de segundos. Para ese instante, otro de los policías ya había encontrado una cabeza humana dentro del refrigerador. Sin saberlo, se habían topado con uno de los asesinos más crueles en la historia de Estados Unidos.
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Un año después de escapar de Dahmer, el rostro de Tracy Edwards fue conocido en todo el país y no es para menos, gracias a su valentía había caído uno de los psicópatas más despiadados de su país.
La última víctima del ‘caníbal de Milwaukee’ fue llamado a juicio y visiblemente afectado narró todo lo que ocurrió la noche en que por poco pierde la vida.
«Estaba escuchando mi corazón. Me dijo que se lo comería. Sugerí que nos sentáramos en el sofá. Me desabotoné la camisa para que se sintiera a gusto y luego empezó a salir de sí mismo otra vez», narró en su momento.
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Tracy Edwards nunca pudo recuperarse de esta experiencia. Comenzó a consumir drogas y su grado de adicción lo llevó a vivir en las calles por más de una década.
Según informes de ABC, Tracy no recibió nada por la demanda colectiva que otorgó la restitución del patrimonio de Dahmer a sus víctimas. En su momento se recolectaron 500 mil dólares de los cuales Edwards no vio ni un centavo.
Después de esto, el sobreviviente se quedó sin hogar y comenzó a acumular cargos policiales como posesión de drogas, daño a la propiedad privada, abandono de sus hijos y robo.
En 2011 fue arrestado por arrojar a un hombre desde un puente de Milwaukee. Por este delito Tracy Edwards fue sentenciado a un año y medio de cárcel, más dos años de supervisión judicial. Actualmente se encuentra en libertad pero nadie sabe de su paradero.
Su abogado Paul Ksicinski dijo que su representado nunca se pudo recuperar mentalmente de lo que le ocurrió esa noche de 1991.
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