De ser aprobada la ley, las personas mayores de edad, con una enfermedad terminal y menos de seis meses de vida, puedan tomar una sustancia para morir.
Los Legisladores británicos votaron a favor para aprobar la muerte asistida en pacientes terminales en Inglaterra y Gales.
Luego de cinco horas de debate, en la Cámara de los Comunes del Reino Unido hubo 330 votos a favor frente a 275 en contra.
De esta forma se aprobó en primera instancia el Proyecto de Ley sobre Adultos con Enfermedades Terminales (Fin de la Vida).
Aunque sin duda esta es una votación importante, no es la definitiva; ahora se examinará en comisiones parlamentarias y podrán presentarse enmiendas al proyecto.
Una vez sea aprobado, permitirá que las personas mayores de edad, con una enfermedad terminal y menos de seis meses de vida, puedan tomar una sustancia para morir, siempre que sean capaces de tomar la decisión por sí mismas.
Dos médicos, seguidos de un juez de un tribunal superior, tendrían que dar su visto bueno a la decisión.
Las posiciones encontradas entre los opositores y los que apoyan la muerte asistida
Los opositores han manifestado diversas preocupaciones con el proyecto de ley, incluyendo creencias religiosas o la falta de tiempo para considerar los detalles.
Mientras que los defensores del proyecto aseguran que la muerte asistida puede darle dignidad a los pacientes terminales al final de sus vidas, evitando meses de sufrimiento y deterioro físico, y aliviando la presión sobre los servicios paliativos o de cuidados terminales del país.
Varias encuestas realizadas indican que una gran mayoría de la población apoya la muerte asistida. La legislación fue propuesta por Kim Leadbeater, una diputada del Partido Laborista.
Con esta ley, Gran Bretaña se uniría a diferentes países que han impulsado procesos similares. Canadá, Nueva Zelandia, España y la mayor parte de Australia ya permiten algún tipo de muerte asistida, al igual que los estados de EE.UU. de Oregon, Washington y California.
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