Qué factores definen que unas personas tengan más suerte que otras

Si crees, en definitiva, que la suerte es una especie de juego que no tiene nada que ver con tus decisiones y deseos, tal vez debas reconsiderar esta posición.

Tampoco pretendemos llenar tus ojos de lectura supersticiosa, así que no estaremos recomendando amuletos ni nada por el estilo.

Es ciencia; un psicólogo británico llamado Richard Wiseman ha estudiado este fenómeno y ha probado que podemos influir en nuestra propia suerte. 

Para la mayoría, la suerte llega como un golpe de meñique en la madrugada: inexplicable y sorpresivamente, también es algo en lo que se cree o no.

El estudio reciente de Wiseman afirma que hay distintos patrones que tantos los suertudos como los desafortunados tienen en su comportamiento y estilo de vida.

Estudiando el fenómeno para su trabajo ‘The luck factor’, explica que la fortuna no es una especie de magia, sino mayormente tu actitud.

Esto corta con la creencia de que hay personas que ‘nacen’ con suerte o no. Las personas suertudas tienden a ser de mente más abierta, sonrientes y fáciles de llevar.

Mientras tanto y en contraste, los menos afortunados viven con ansiedad, se ven tensos y se sienten infelices.

El psicólogo, además de su trabajo investigativo, abrió una «escuela de la suerte» para enseñar a las personas a vivir de manera más fortuita, estos son algunos de sus consejos:

Aprovechar las oportunidades es clave, y contrario a las personas que creen a ellos les tocan menos oportunidades, él lo ve de forma distribuida. A todos nos tocan distintas oportunidades.

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Por eso la clave es tomar riesgos, cosa que muchos temen. Estar muy concentrado en lo que tienes o te falta es un error, para él, esto te puede distraer de encontrar nuevos chances que se presenten.

También, para él la intuición y las corazonadas existen por algo; aquellos conectados con su inconsciente tienen una herramienta para tener más suerte.

Así, pueden escuchar las señales que su cuerpo y su mente envían y aprenden a leerlas, separándose un poco de la ansiedad que puede desconcentrar a la persona de este proceso.

Si crees en la ley de atracción de cierta manera compartes algo con Wiseman, quien piensa que la suerte es creer que tienes suerte.

Bajo esta premisa, si tu actitud es de mantenerte positivo y optimista, entendiendo que es imposible que todo te salga bien siempre, tendrás mejor percepción para recibir a la suerte.

Una especie de ceguera, si se quiere, se puede producir en las personas negativas, que muchas veces pueden sentir que nada les sale bien, incapaces de ver lo bueno.

La serendipia es otra buena practica, de acuerdo al psicólogo. Asegura que mucha gente con suerte acostumbra la amplitud en sus prácticas para ‘encontrarse’ con algo bueno que los espera.

Así, puedes, por ejemplo, cambiar tu rutina diaria, tomar distintas rutas para el trabajo, probar nuevas comidas.

También se aplica a las relaciones sociales, como la voluntad de conocer personas, experimentar ambientes y situaciones diversas, como en lo personal si nos enfocamos en vivir experiencias nuevas.

Tiene sentido, ya que si te sientes con mala suerte, no puedes esperar que cambie haciendo siempre lo mismo.

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