Un oso polar apareció en Westfjords, Islandia, por primera vez en ocho años. Pero, luego de evaluar la situación, las autoridades decidieron abatir al animal porque consideraron que no era seguro reubicarlo.
La propietaria de una casa rural fue quien avisó a la policía que había visto un oso polar en la playa. Las autoridades, antes de abatir al animal, consultaron con la Agencia de Medio Ambiente y llegaron a la conclusión de que no podían devolver al oso a su habitad y que había riesgos de transmisión de enfermedades.
Además, aseguraron que la reubicación podría ser peligrosa tanto para el oso como para los habitantes locales.
“No es algo que nos guste hacer”, dijo el jefe de policía de Westfjords, Helgi Jensson, a The Associated Press. “En este caso, como se puede ver en la imagen, el oso estaba muy cerca de una casa de verano. Había una anciana allí”.
Según Jensson, la dueña, que estaba sola, se asustó al ver al animal urgiendo en la basura y se encerró en el piso de arriba mientras el oso hurgaba en la basura. Se puso en contacto con su hija en Reykjavik, la capital del país, por enlace satelital y pidió ayuda.
“Ella se quedó allí”, dijo Jensson, y agregó que otros residentes de verano en el área se habían ido a casa. “Ella conocía el peligro”.
El oso pesaba entre 150 y 200 kilogramos. Su cuerpo fue trasladado a Reikiavik para estudiar si el animal tenía parásitos o infecciones. Aunque los osos polares no son nativos de Islandia, ocasionalmente llegan ahí después de viajar en témpanos de hielo desde Groenlandia.
Los avistamientos de osos polares son raros en Islandia, solo se han registrado 600 desde el siglo 9, y aunque los osos son una especie protegida y está prohibido matarlos en el mar, se les puede sacrificar si representan una amenaza para los humanos u otros animales.
Normalmente, los ataques de osos polares a humanos no son comunes, sin embargo, según un estudio publicado en Wildlife Society Bulletin en 2017, la pérdida de hielo marino a raíz del calentamiento global ha ocasionado que los osos lleguen hambrientos a tierra, aumentando las posibilidades de que haya conflictos entre los animales y los humanos.
La policía respaldó lo ocurrido diciendo que protegían a la comunidad, pero muchos ciudadanos se mostraron en total desacuerdo con la decisión de quitarle la vida al oso.
«Lo siento, pero no entiendo por qué era necesario matar a este precioso animal», «¿No es posible poner a dormir y llevárselo?», «Me horroriza leer historias como esta. Entiendo proteger a la gente, pero por el amor de Dios, los osos polares están EN PELIGRO. Los humanos no lo son», son los comentarios que se leen redes.
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