La noche del 9 de agosto de 1986 es tal vez una de las más agridulces para la agrupación británica Queen, ya que, entre muchas cosas, sería la última vez que su vocalista Freddie Mercury se presentaba con ellos en concierto.
Esa noche un público de 120 mil personas esperaba para ver a Freddie Mercury cantar en el concierto de la gira ‘Magic Tour’ con los mejores temas de su álbum ‘A Kind Of Magic’. Y es que para hacer justicia al nombre del disco esa noche estuvo cargada de magia y dejó una historia bastante oscura.
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Mientras sonaba la primera canción de la noche, un grupo de personas comenzaron a alborotarse en medio de la arena, para dejar un espacio vacío en medio de la multitud. Habían asesinado a uno de los asistentes luego de una larga discusión. Al terminar el concierto, los encargados técnicos apagaron todas las luces del lugar para dejar a oscuras a todos los asistentes. Entre golpes y tropezones los fanáticos debían buscar su camino de regreso mientras los policías buscaban sin mucho éxito el cuchillo asesino.
Solo se encontró el cuerpo de Thomas McGuigan, un escocés de 21 años quien perdió la vida cerca de las 9:15 p.m. A pesar de que no apareció el culpable, se incriminó a los jóvenes Adam Ozdale Grant, de 21 años, Colin Peter Ritchings y Robert Dean Taylor, ambos de 24 años.
Durante el espectáculo, ningún miembro de la banda se dio cuenta del trágico suceso, incluso al terminar el show, la banda comenzó sus vacaciones con sus familias y no supieron nada sino hasta la mañana siguiente. Según el portavoz de Queen, los miembros de la banda quedaron “horrorizados” y “apenados” al enterarse que en lo que para ellos había sido uno de los shows más emocionantes, había tenido un desenlace fatal para uno de sus fanáticos.
Aunque el concierto estuvo cargado de toda la vibra que Freddie Mercury imprimía en cada una de sus presentaciones, al terminar el vocalista se sintió más cansado que nunca. Se acercó a sus compañeros y les dijo “No puedo más, me duele todo el cuerpo”. Un año atrás el cantante fue diagnosticado con VIH, una sentencia de muerte para quienes padecían la enfermedad en ese momento.
Otros que pasaron un mal rato durante el concierto fueron las bandas teloneras. El primero fue el cantante Belouis Some, quien difícilmente pudo terminar su presentación en vista de que los fanáticos no le dejaban de arrojar cosas pidiendo que dejara de cantar. El segundo fue la agrupación Status Quo, que aunque le fue un poco mejor que su antecesor, no convenció tanto al publico como el último de los teloneros: Big Country, una banda que en ese momento tenía varios temas en las listas de popularidad y fue el único que logró limar asperezas y darles a los asistentes un buen espectáculo.
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Mercury no volvió a pisar una tarima con la banda hasta el fin de su vida. Para todos los asistentes de ese concierto, quedó en su memoria como una de las presentaciones más sorprendentes de la banda, sobre todo al darse cuenta que su ídolo les estaba dando uno de sus últimos alientos cargado de mucho rock.
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