Un niño de 13 años iba conduciendo una camioneta cuando chocó de frente con otro vehículo que transportaba un equipo de golf universitario en Texas, Estados Unidos. En el accidente murieron nueve personas, incluido el adolescente.
En el hecho fallecieron seis universitarios y su entrenador; el niño y su padre, de 38 años, quien iba en el asiento de copiloto. Así lo informó el departamento de seguridad pública de Texas.
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Según se ha podido saber, la camioneta que conducía el infante invadió el carril contrario y colisionó de frente con el otro vehículo causando un fuerte accidente. Ambos automóviles se incendiaron minutos después.
Bruce Landsberg, vicepresidente de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte manifestó en medios locales que por la velocidad en que iba la camioneta al momento del accidente, tanto el niño como el padre murieron con el choque y no durante el incendio.
Sin embargo, un detalle en el lugar de los hecho ha alarmado a las autoridades. Landsberg manifestó que la camioneta que ocasionó el accidente perdió una llanta antes del choque.
Esto querría decir que, posiblemente, el estallido de una llanta provocó que la camioneta que manejaba el niño perdiera el control. No obstante, esto no le quita responsabilidad al padre que permitió que un niño de 13 años manejara. En Texas, solo los mayores de 21 años puedes solicitar su licencia de conducir.
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Las víctimas durante el accidente son:
Dos estudiantes sobrevivieron al choque: Dayton Price de Mississauga, Ontario, Canadá; y Hayden Underhill, de Amherstview, también de Ontario.
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