La mujer llegó con su familiar fallecido a un banco en Brasil. Foto: Freepik
La mujer que llevó el cuerpo de su tío fallecido a un banco en Brasil para pedir un préstamo se pronunció y dijo que no se había «dado cuenta» que estaba muerto.
La brasileña Érika de Souza Vieira Nunes dio una entrevista a TV Globo y explicó todo lo que habría sucedido.
«No me di cuenta de que mi tío estaba muerto. Es absurdo lo que dice la gente. No soy esa persona de la que habla la gente, no soy un monstruo”, dijo.
La historia le dio la vuelta al mundo a mediados de abril luego de que fuera capturada por haber llevado el cuerpo de su familiar a un entidad bancaria en Río de Janeiro.
Los empleados quedaron desconcertados al ver esta escena y dieron aviso a las autoridades. Los videos grabados en el banco y por las cámaras de seguridad se volvieron virales.
La mujer de 42 años también aseguró que cuando su tío estaba vivo había iniciado un proceso de solicitud de ese préstamo para hacer unas reformas en la casa.
Fue así como consideró que ese dinero era necesario y decidió llevarlo al banco para que firmara a pesar de que estuviera muerto.
Además, aseguró que tenía una buena relación con su tío y él fue el que le pidió que supuestamente lo llevara al banco.
Erika también dijo en la entrevista que su tío había estado una semana hospitalizado por una aparente neumonía. Además, le compró un medicamento que le recetaron y un pañal para sus necesidades.
En las imágenes se pudo ver a la mujer sosteniendo sin apoyo la cabeza del hombre, quien no respondía ni se movía.
Además, intentó sostener un bolígrafo en una de sus manos para simular que podía firmar los documentos del préstamo.
«Tío Paulo, ¿estás escuchando? Tienes que firmar. Yo no puedo firmar por ti», dice Érika. Al final del video.
Los funcionarios del banco le preguntaron si el hombre se encontraba bien, pero Erika dijo que lo llevaría al hospital.
Sin embargo, los empleados de la agencia llamaron a la policía, quienes comprobaron que este hombre, identificado como Paulo Roberto Braga (68 años) estaba muerto.
La abogada de la familia de Érika, Ana Carla de Souza, afirmó que Paulo murió dentro de la sucursal bancaria. Sin embargo, la información fue desmentida por la Policía Civil de Río de Janeiro.
Las autoridades determinaron que la muerte habría ocurrido al menos dos horas antes de que asistiera al banco, ya que los signos cadavéricos evidenciaban que el hombre no murió sentado.
La mujer fue acusada de intento de robo por fraude y difamación de un cadáver, por lo que fue detenida preventivamente durante varios días.
Sin embargo, una juez revocó esta medida de prisión debido a que los abogados de la mujer demostraron que tenía «mala salud mental» y es una ama de casa que tiene a cargo una hija en condición de discapacidad.
Las autoridades brasileñas siguen investigando este caso para determinar si puede haber una responsabilidad penal sobre este caso.
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