La música de Mogwai siempre ha sido un refugio: un espacio para la catarsis, la introspección y, a veces, para enfrentarse a los demonios internos. Con The Bad Fire, su 11º álbum de estudio, la banda escocesa nos entrega su trabajo más emocional y complejo hasta la fecha. Producido por John Congleton (conocido por su trabajo con St. Vincent y Angel Olsen) en los estudios Chem19 de Escocia, el disco canaliza las pérdidas, las adversidades y las batallas personales de los últimos años en una experiencia sonora tan devastadora como esperanzadora.
“Nos enfrentamos a muchas pérdidas y, en el caso de Barry, a la enfermedad de uno de sus hijos,” comenta Stuart Braithwait guitarrista principal de la banda, en una entrevista exclusiva para PlayGround. “Reunirnos para componer y grabar fue como encontrar un refugio. Este disco también nos ayudó a superar momentos difíciles.”
El álbum, cuyo título es un coloquialismo escocés para referirse al infierno, fue concebido en medio de estos retos. Pero, como todo en la carrera de Mogwai, no se trata de caer en lo obvio. Desde el primer track, “God Gets You Back”, la banda nos recuerda que sus composiciones son un delicado equilibrio entre lo trascendental y lo lúdico. “Muchas de nuestras canciones parecen muy serias, pero a menudo nacen de cosas tontas», admiten. “Ese tema surge de bromas internas sobre el karma. Puede sonar solemne, pero también tiene algo de humor.”
En el corazón del álbum se encuentra “Lion Rumpus”, un tema que encapsula todo lo que Mogwai hace mejor. Guitarras que oscilan entre la fragilidad y la potencia, y una producción que llena el espacio con oleadas de emoción contenida. “Ese vocoder en Fancy Made of Flesh fue un accidente feliz. Las voces originales no funcionaban, pero al usarlas con esa técnica sentimos que conectaban emocionalmente de una forma inesperada,” explican.
El video de “Lion Rumpus”, dirigido por Antony Crook, acompaña la intensidad de la canción con una narrativa visual que sigue a un paseador de perros por las calles de Manhattan. Crook, quien ya había trabajado con la banda en su documental If The Stars Had A Sound, captura la belleza y el caos de la cotidianidad, un reflejo perfecto de la música.
Aunque el disco está plagado de momentos introspectivos, también hay espacio para lo impredecible. “High Chaos,” una de las favoritas de la banda, es un recordatorio de por qué Mogwai sigue siendo un referente del post-rock. “Tiene algo de nuestro estilo clásico, pero también nos lleva a nuevas direcciones. Nos emociona mucho tocarla en vivo,” comparten.
En cuanto al arte del álbum, un volcán en erupción con otro en su interior, los músicos revelan que fue una coincidencia. “Dave, quien diseñó la portada, nos presentó esa imagen antes de que decidiéramos el título. Fue como si todo se alineara.”
The Bad Fire no solo reafirma el lugar de Mogwai como pioneros del género, sino que también demuestra su capacidad de renovación. En un año marcado por pérdidas y dolor, la banda ha transformado sus experiencias en un disco que arde con intensidad y humanidad.
Se estaban usando cuerpos fallecidos para prácticas médicas sin el consentimiento de los familiares.
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