El número de personas desplazadas de manera forzosa dentro de su propio país se disparó en 2020 hasta llegar a los 55 millones, según las cifras publicadas por el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC) del Consejo Noruego para los Refugiados. Hablamos de personas que se vieron obligadas a abandonar sus casas y buscar refugio lejos de sus ciudades por culpa de conflictos armados, violencia, desastres naturales o eventos climáticos extremos. La cifra es la más alta jamás registrada, aunque va en línea con una tendencia de aumento constante durante la última década.
48 millones de personas tuvieron que marcharse de donde vivían como resultado de conflictos y violencia, según el Global Report on Internal Displacement (GRID). 7 millones de personas tuvieron que abandonar sus casas como resultado de desastres naturales.
El IDMC detalla en su estudio el número de desplazados internos por grupos de edad. Las personas de entre 25 y 64 años son los que encabezan la lista con 22 millones de personas desplazadas. Asimismo, aproximadamente 20 millones de desplazados eran niños menores de 15 años.
El informe encontró que más del 80% de las personas obligadas a abandonar sus hogares en 2020 estaban en Asia y África. En Asia, la mayoría de las personas que se vieron obligadas a huir lo hicieron debido al clima extremo. En África, la mayoría de los desplazamientos en 2020 se debieron a conflictos.
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A nivel de países, el mayor número de desplazamientos internos provocados por desastres naturales se dieron en Afganistán con más de 1,1 millones de personas, India con 929.000, y Pakistán con 806.000.
En el caso de las naciones que tienen más desplazados debido a conflictos y violencia, Siria es la número 1 con más de 6,5 millones. República Democrática del Congo, con alrededor de 5,2, y Colombia, con 4,9, completan el top 3 de países más afectados. Burkina Faso, Mozambique y la región de Trigray en Etiopía aparecen destacados como los otros principales focos de desplazamiento por conflictos en el continente africano.
“Cada año, millones de personas se ven obligadas a huir de sus hogares debido al conflicto y la violencia. Los desastres y los efectos del cambio climático desencadenan periódicamente nuevos y secundarios desplazamientos, lo que socava la seguridad y el bienestar de las personas”, alerta el informe.
En el estudio se advierte de que el número de desplazados ha ido incrementando año tras año, y “la mayor parte está ocurriendo dentro de las fronteras de los países”.
En 2020 hubo más del doble de personas desplazadas dentro de su propio país que de refugiados forzados a salir de su país, según los datos del IDMC. Además, la mayor parte de los nuevos desplazamientos tuvieron que ver con desastres climáticos.
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De los más de 40 millones de nuevos desplazamientos que se produjeron el año pasado (la cifra anual más alta en 10 años), 9,8 millones fueron resultado de guerras o conflictos violentos. Frente a eso, hasta 30,7 millones de desplazamientos tuvieron que ver con desastres naturales.
Si atendemos a las causas de una manera más específica, el 88,9% de estos casos se debió a factores climáticos como inundaciones, tormentas e incendios forestales. El 11’1% restante se debió a fenómenos geofísicos como erupciones volcánicas y terremotos.
El miedo a las grandes migraciones climáticas sigue cobrando fuerza en el lado de los países más ricos. Pensando en ellos, la directora de programas de IDMC, Bina Desai, quita peso a esos miedos insistiendo en que “la mayoría de los desplazamientos son internos”. De paso nos recuerda que “es una obligación moral invertir en apoyar a las personas donde se encuentran, en lugar de solo pensar en el riesgo de que lleguen a las fronteras».
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