La leche materna es el mejor nutriente que pueden recibir los bebés, ¿no? Pues un nuevo estudio realizado en España encontró que más del 80% de las muestras de un banco de leche contenía elementos tóxicos para la vida humana.
Encontrar proteínas, aminoácidos y hormonas en la leche materna es normal, pero en ningún lugar de la literatura médica se especifica que la presencia de mercurio o arsénico sea normal.
Sin embargo, estas sustancias fueron encontradas por investigadores del centro de Epidemiología y Salud Pública del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.
¿La razón? Según los científicos podría estar relacionado con la presencia de contaminantes ambientales o algunos hábitos de alimentación de la madre.
Para el estudio se analizaron algunos bancos de leche en la ciudad de Granada, cuyo origen eran 242 mujeres entre 25 y 35 años.
Checa: ‘Odio la maternidad’: Karla Tenorio, una madre arrepentida
En las muestras se encontraron niveles de arsénico y mercurio mucho más elevados que en el resto de Europa.
Un dato curioso de la muestra, que pudo haber incidido en el estudio, es que cerca del 47% de estas mujeres eran ex fumadoras mientras que tres de cada diez presentaba sobrepeso u obesidad.
Números alarmantes
En el estudio se encontró arsénico en el 97% de las muestras, mercurio en el 81%, plomo en casi la mitad, 51%, y cadmio en un 38% de la muestra analizada.
Si bien algunas de estas sustancias las consumimos a diario en alimentos provenientes del mar, que esté presente en la leche materna puede ser perjudicial para el desarrollo de los bebés.
“La leche materna es, por consenso, la mejor fuente de alimentación para el bebé (…) Pero también podría ser una vía de exposición infantil a contaminantes ambientales presentes en el organismo de la madre”, comentó el jefe del estudio, Nicolás Olea.
Como respuesta, los investigadores han indicado que es de vital importancia monitorear, de forma constante, estos valores presentes en la leche materna.
Todo esto acompañado de una buena educación a las madres sobre hábitos saludables de consumo, además de alertar sobre posibles circunstancias ambientales que pudieran incidir en estos números.
