La NASA acusa a Rusia de poner en riesgo a la Estación Espacial Internacional

Rusia, entre las 2 y media y las 3 de la madrugada del 16 de noviembre, ha llevado a cabo una prueba en la que ha disparado un misil que ha destruido el antiguo satélite Kosmos 1408. Según la información de la NASA, esto ha puesto en peligro a los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI), actualmente con 7 tripulantes a bordo, que tuvieron que estar durante horas refugiados en sus cápsulas por si hacía falta evacuar la nave.

El antiguo satélite soviético destruido fue lanzado al espacio el 16 de septiembre de 1982 mediante un cohete Tsiklon 3.  Era un satélite militar destinado al espionaje electrónico que había dejado de funcionar hace años.

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El misil, al impactar contra el satélite, ha generado miles de fragmentos de basura espacial. Estos escombros están flotando por el espacio y podrían convertirse en un peligro. La «basura espacial» se mueve a unas velocidades que podría provocar perforaciones en las paredes de la estación. Por ello, se pidió a los astronautas que se resguardaran mientras la NASA evaluaba la situación.

 

Estados Unidos cuestiona a Rusia

Estados Unidos ha acusado a Rusia de poner en peligro a los astronautas y los futuros proyectos que se puedan desarrollar. «Hasta ahora, la prueba ha generado más de 1.500 piezas de desechos orbitales y cientos de miles de piezas más pequeños que ahora amenazan los intereses de todas las naciones» ha dicho en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price. Además, ha añadido que Estados Unidos «no tolerará este tipo de actividad».

 

La NASA, por su parte, ha emitido también un comunicado en el que apunta que «continuará monitoreando los escombros» durante los próximos días para garantizar la seguridad de los astronautas.

El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado el ensayo militar. El disparo se realizó sin que Rusia informara a los militares norteamericanos según el portavoz del Ministerio de Defensa estadounidense. Una circunstancia que impidió llevar a cabo el procedimiento habitual de medir el posible riesgo o activar los motores de las naves para cambiarlas de órbita si es necesario.

 

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