Kim Jong-un dice que el K-Pop es un cáncer y una amenaza para Corea del Norte

No le bastó con prohibir los skinny jeans, ahora el líder norcoreano, Kim Jong-un, criticó al K-Pop, el género musical nacido en Corea del sur. El político dice que este tipo de música es un «cáncer» para Corea del Norte.

El interminable conflicto de las coreas ha escalado a una guerra cultural. Sí, la influencia de la cultura pop surcoreana ha traspasado fronteras y el muro fronterizo con Corea del Norte no es una excepción.

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Hace unas semanas, Corea del Norte prohibió el uso de skinny jeans a su juventud, por considerarlos un «símbolo capitalista». Para controlar el código de vestimenta de sus ciudadanos, existe la ‘policía de la moda’, un organismo de jóvenes no remunerados que bajo su criterio controlan la manera de vestir de la población. 

Además de los skinny jeans, Corea del Norte prohibió los piercings, las cabelleras teñidas y los peinados ‘extravagantes’. En dicho informe, el gobierno norcoreano publicó un listado de los looks que sí son permitidos.

Sin embargo, las prohibiciones para mitigar el estilo de vida capitalista no frenaron ahí. El líder norcoreano manifestó que el K-Pop «derrumbará» la cultura de su país.

«Es un cáncer vicioso que corrompe el atuendo, los peinados, los discursos y los comportamientos de los jóvenes», dijo el político, según reporta The New York Times.

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La prohibición del K-Pop, una forma de reafirmar el control ideológico

Para Jung Gwang-il, un desertor norcoreano y dirigente de una red de contrabando de K-Pop a Corea del Norte, esta es una forma en que Kim Jong-Un tiene de atemorizar a los jóvenes y así reafirmar su control ideológico.

«Los jóvenes norcoreanos piensan que no le deben nada a Kim Jong-un. Debe reafirmar su control ideológico sobre los jóvenes si no quiere perder los cimientos del futuro del gobierno dinástico de su familia», dijo Gwang-il al mismo medio.

Esta no es la primera ocasión que el líder norcoreano critica las expresiones culturales extranjeras. Recordemos que recientemente, prohibió las películas extranjeras e incluso el uso de expresiones lingüísticas de otros países.

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