Las autoridades de Italia anunciaron nuevas restricciones para los turistas en medio de la gran oleada de viajeros durante uno de sus feriados más importantes.
La fiesta nacional de Ferragosto (15 de agosto) los obligó a tomar medidas ante el excesivo número de turistas que estarán recorriendo el país durante este feriado; que también coincidió con la fiesta católica de la Asunción de María.
El ministerio de Turismo estimó que unos 13 millones de italianos viajarán durante este fecha sin contar con los extranjeros que están visitando al país.
De esta forma, las autoridades locales decidieron implementar medidas extremas para manejar esta gran afluencia de personas y evita el caos.
El mal comportamiento, la congestión en espacios públicos y sitios turísticos se está volviendo un dolor de cabeza y por eso varias ciudades anunciaron algunas medidas para enfrentar esto.
La isla de Cerdeña y la ciudad de Nápoles tendrán el acceso a las playas restringido y solo se podrá ingresar con una reserva a través de una aplicación.
Además, el uso de plásticos, sillas, cigarrillos y toallas estarán prohibidos durante varios días para evitar aglomeraciones.
El gobierno de Cerdeña también dijo que estará prohibido anclar sombrillas, nadar de noche, hacer hogueras y fiestas masivas en estas zonas. Igualmente, se limitó la música hasta ciertas horas de la madrugada.
Otras ciudades como Roma, Venecia y Florencia instalaron unos semáforos y sensores temporales para controlar el tráfico peatonal.
Aunque parezca absurdo, las autoridades esperar facilitar la movilidad de los viajeros y evitar que se hagan bloqueos por tomarse selfies en ciertos lugares turísticos.
El acceso a algunas carreteras también se restringirá, mientras que los excursionistas tendrán que hacer un registro de paso antes de subir a las montañas en donde habrán unos sensores.
El canal italiano Rai News dijo que todas estas iniciativas pretenden disminuir los impactos del exceso de turismo que viene afectando a las principales zonas turísticas del país.
Estos controles ya empezaron a generar controversia en muchos turistas que han empezado a afectarse por los grandes niveles de congestión.
De esta forma, estas ciudades esperan hacerle frente al turismo masivo que viene afectando gran parte del año a ciudades como Roma, Venecia y Florencia.
Las congestiones se volvieron el pan de cada día en emblemáticas zonas que no dan abasto con la gran afluencia de viajeros.
Por ejemplo, Venecia empezó a cobrar el ingreso y a poner límites diarios como una medida para enfrentar el turismo masivo.
Este fenómeno viene cambiando por completo las dinámicas sociales y culturales de los habitantes de las ciudades italianas.
Sin embargo, el ministro de Turismo de Italia, Daniele Santache, calificó el problema del exceso de turismo como una “blasfemia” y dijo que el gobierno se está preparando para esto en el futuro.
“El sobreturismo para mí es una blasfemia, si acaso el problema es gestionarlo y gobernarlo como hemos empezado a hacer desde que estamos en el gobierno”, indicó.
El turismo masivo no solo viene afectando a Italia, sino a varios países del mundo que han enfrentado graves aglomeraciones, sobreocupación hotelera y restaurantes y sitios turísticos desbordados.
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