Cecilia Centurión, una madre de Paraguay, visita el lugar donde falleció su hijo año tras año para hacer un brindis en Navidad y Año Nuevo. La mujer ya tiene 79 años y su hijo falleció en 1999.
Corría la noche del 31 de diciembre cuando Centurión recibió una llamada que nunca olvidará: su hijo mayor había fallecido en un accidente de tránsito.
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Según contó en medios locales, su hijo había partido de excursión con sus amigos de universidad dos días antes. Ella misma lo acompañó a tomar el bus intermunicipal con destino a General Artigas, una región ubicada a casi 350 kilómetros de Asunción. Esa fue la última vez que lo vio con vida.
«Me abrazó, me besó y me dijo: ‘mamá, yo te quiero mucho’. Falleció en compañía de un compañero de la facultad», contó Cecilia.
Al momento de su muerte, el hijo de Centurión tenía solo 19 años, era aplicado en sus estudios y amaba las fiestas de diciembre. Por ese motivo, Cecilia visita el lugar donde su hijo murió año tras año para hacer un brindis de Navidad y Año Nuevo.
«El 24 y el 31 de cada año, en lo que yo viva, me voy a ir ahí. A él le gustaba muchísimo la Navidad y el Año Nuevo. Cuando vivía, él traía todito para adornar la casa. Puede morirse tu mamá, papá, hermano y marido, pero la muerte de un hijo no se repone jamás», agregó.
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Su historia ya es conocida en el sector donde ocurrió el accidente y no es para menos, pues por 22 años consecutivos, sin falta, Cecilia ha visitado el lugar. Su historia llegó a manos de los medios locales gracias a una foto donde aparece la mujer, en compañía de su nieta, realizando un brindis en Navidad en honor a su hijo.
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