Madhu Kumar, una mujer que vive en Nueva Jersey añadió algunos muebles de hipermercado Walmart al carrito de la compra para su nueva casa, pero finalmente no los compró. No quería hacer una compra impulsiva. Por eso, cuando empezaron a llegar paquetes sin parar a su casa se sorprendió.
Preguntó a su esposo y a sus hijos mayores si habían comprado ellos los artículos pero le dijeron que no. A pesar de que era una opción poco realista, de pronto, el principal sospechosos de las compras era su hijo pequeño de dos años, Ayaansh Kumar.
Pero, ¿por qué querría un niño comprar todos esos muebles? Más bien la pregunta debería formularse así: ¿Qué otra cosa iba a querer hacer un niño pequeño que ve lo bien que se lo pasan los adultos a su alrededor comprando online? ¡Pues comprar algo él también!
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La familia lleva una semana recibiendo paquetes con sillas decorativas, adornos florales y muebles en su casa. Al menos, la mayoría eran los objetos que había estado mirando por Internet la madre del pequeño.
Walmart no respondió de inmediato ante lo sucedido. Pero la familia asegura que se esperarán a que lleguen todos los paquetes y luego, por qué no ya que están ahí, se quedarán con algunos, pero devolverán otros para obtener el reembolso del dinero.
La familia ha aprendido una valiosa lección: que los teléfonos móviles contienen datos importantes que no deben ser accesibles para los niños . Y lo que ha sido una anécdota divertida podría haber supuesto un problema.»En el futuro, pondremos códigos de acceso difíciles o reconocimiento facial para que cuando levante el teléfono lo encuentre bloqueado» declaró su padre a NBC New York.
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