Un tribunal de Chile le dio prisión preventiva a un bombero y un funcionario forestal acusados de haber planeado y provocado los incendios forestales que afectaron al país el pasado mes de febrero y que dejaron 137 muertos en Viña del Mar y cerca de 16.000 damnificados.
Jeanette Oliva, magistrada del Tribunal de Garantías de Valparaíso, noroeste de Santiago, anunció durante la resolución que «hubo dolo directo de causar el incendio y, a lo menos, dolo eventual del resultado de muerte».
El fiscal Osvaldo Ossandón, especializado en incendios, informó a la opinión pública que las autoridades encontraron bengalas y fuegos pirotécnicos en el vehículo de Francisco Mondaca, un bombero voluntario de 22 años.
El otro involucrado es Franco Pinto, un funcionario de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). En la audiencia, la fiscalía señaló al primero como autor material y al segundo como autor intelectual.
Ambos cumplirán la prisión preventiva de seis meses en un penal de Santiago, la capital chilena.
La magistrada dijo que «Pinto, como funcionario de Conaf, y Mondaca, como voluntario de bomberos, manejaban información relevante de las condiciones climáticas».
Por otro lado, el director de la Policía de Investigaciones (PDI), Eduardo Cerna, aseguró que «el trabajo de campo, el levantamiento de evidencia, el análisis y el cruce de información fue lo que permitió ubicar, establecer patrones conductuales y publicaciones geográficas de desplazamientos» del bombero detenido.
El comandante de bomberos de Valparaíso, Vicente Maggiolo, se mostró bastante decepcionado y aseguró que tanto el como su equipo están «completamente devastados» por lo ocurrido.
«Es un hecho completamente aislado y queremos dilucidarlo lo antes posible», añadió.
Mondaca y Pinto no fueron los únicos detenidos, pues un exbrigadista de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), identificado como Franco Molina (31), también fue capturado por ser un presunto responsable intelectual del incendio.
El director de la Conaf, Christian Little, aseguró que está sorprendido por la presunta implicación de uno de sus empleados, calificando el hecho como «un dolor para la institución».
El pasado 2 de febrero se presentaron varios incendios en Chile, específicamente a los alrededores de Viña del Mar. La catástrofe dejó 137 muertos y 16.000 damnificados, según cifras oficiales.
Este incendio en el país fue catalogado como el segundo más mortífero del mundo en este siglo. Mientras que para ese entonces, el presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que «es la tragedia más grande desde 2010» y decretó duelo nacional.
Aunque las autoridades locales, y muchos ciudadanos, siempre apuntaron a que se trataba de algo intencional, las primeras hipótesis señalaban que las altas temperaturas fueron las causantes y las intensas ráfagas de viento del día del siniestro, en pleno verano, propagaron rápidamente las llamas.
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