«Perdí contacto con muchos amigos y familia. Fue de verdad muy duro», cuenta el actor.
“Ver los crímenes que había cometido me produjo mucho miedo. Interpretarlo y narrar la historia de la manera más realista posible fue una de las cosas más difíciles que he hecho”. Evan Peters explica con estas palabra en una entrevista con Netflix la dificultad de interpretar el papel de uno de los asesinos más conocidos de la historia: Jeffrey Dahmer.
Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer se ha convertido en un fenómeno mundial: ya es el el contenido de Netflix más visualizado del mundo –destronando con ello a El Juego del Calamar y Stranger Things–. Este fuerte impacto se ha visto también reflejado en las redes sociales, donde Dahmer ha sido y es trending topic en múltiples plataformas.
El asesino de Milwaukee llegó a todos los medios de comunicación tras ser capturado por las atrocidades que cometió durante varios años. Asesinó a un total de 17 hombres drogándolos y desmembrándolos para más tarde comerse partes de sus cuerpos. En la serie, se denuncia también cómo el racismo y la homofobia fueron factores determinantes para el suceso de asesinatos ya que la sociedad no juzgaba como debía sus crímenes.
¿Cómo fue interpretarle?
Evan Peters afirma que, para interpretar el papel de Dahmer, recordó la importancia de no ponerse en el lugar del asesino, ni intentar ver las cosas desde su punto de vista para entenderlo mejor. El objetivo de la serie no es simpatizar con él sino recalcar todo lo que hizo y homenajear a las víctimas: mostrar que la historia del asesino es mucho más que solo él.
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Peters también es conocido por actuar en la emblemática serie de miedo American Horror Story y admite que, tras interpretar papeles tan intensos y malvados, necesitó dos años de terapia para recomponerse mentalmente. Añade también que, en este caso, la temporada fue muy dura para él y que “tomó mucho de mí. Perdí contacto con muchos amigos y familia. Fue de verdad muy duro”.
Los papeles que mandaron a terapia a múltiples actores
Según la experiencia que narran muchos actores y actrices, exponerse y abrirse a un personaje es ser un proceso complejo y duro mentalmente. Recurrir a terapia como hizo Evan Peters no es una excepción, sino algo cada vez más recurrente en la profesión.
Uno de los casos más sangrantes fue el del actor Heath Leger. A pesar de ser aclamado por la crítica tras su interpretación como El Joker en ‘The Dark Knight’ (2008), Leger afirmó que al principio no supo si aceptar el papel, puesto que no quería ofender en ningún momento la interpretación del mismo papel por Jack Nicholson en ‘Batman’ (1989). Para prepararse su papel, el actor estuvo recluido seis semanas en un motel. Allí se propuso adoptar la peculiaridad de su voz o su sádica risa.
La sumersión fue tal que para algunas escenas con violencia, el actor pidió que se le pegara de verdad y así el resultado fuese más realista. Este compromiso con el papel llevó al actor a límites inimaginables: narró después muchos problemas de insomnio, se alejó de su familia y amigos por un periodo muy prolongado y finalmente, requirió ayuda psicológica.
El caso de Lady Gaga
Algo similar le ocurrió a Lady Gaga. La actriz y cantante contrató a una enfermera psiquiátrica que la acompañaría durante el proceso de aprendizaje del guión y el rodaje en la película House of Gucci (2021). Gaga no quiso conocer a Patrizia Reggiani, personaje al que interpretaba, sino que prefería construirlo de cero. La estrella del pop confiesa que, además de ser un papel lleno de aristas emocionales, fue un proceso tan complejo que llegó un punto en el que no se disociaba del personaje. Una vez concluido el rodaje, le costaba no hablar como Reggiani.
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También dentro del elenco de Suicide Squad (2016), actores como Dakota Johnson, Adrien Brody o Bill Skarsgård han tenido que recurrir a la terapia tras la interpretación de algunos personajes a los que “se rindieron”.
Al ser preguntados por si este esfuerzo cabal merecía la pena, tanto Evan Peters como otros compañeros de profesión, deciden asumirlo como una norma de aquello a lo que se dedican: ¿acaso tenemos otra opción?