Durante un vuelo de United Airlines desde Frankfurt, Alemania, a San Francisco, California, los pasajeros tuvieron que vivir un desagradable momento cuando uno de los inodoros de la aeronave se desbordó.
La aerolínea confirmó lo sucedido, asegurando que el vuelo tuvo que regresar al territorio alemán después de que no fueran exitosas los esfuerzos por lograr solucionar el problema.
“El vuelo 59 de United Airlines regresó a Frankfurt tras un problema de mantenimiento con uno de los baños del avión”, indicó un portavoz de la aerolínea al medio estadounidense The U.S. Sun.
Este incidente se suma a una serie de problemas que han afectado a la aerolínea, como a Boeing, el fabricante de la aeronave implicada (un Boeing 777).
A los pasajeros que se vieron afectados, la aerolínea les ofreció alojamiento en hoteles y los reubicó en otros vuelos al día siguiente.
Las personas han pedido mayor seguridad y mantenimiento en las aeronaves y tanto United Airlines como Boeing deben asumir la responsabilidad de recuperar la confianza de los viajeros.
Un avión de la aerolínea tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia de un vuelo luego de que parte del ala comenzara a desintegrarse en pleno vuelo; otro caso fue en el que un avión perdió un neumático durante el despegue y un incidente en el cual el tren de aterrizaje delantero se desprendió también durante el despegue.
Boeing también ha tenido algunos problemas, como un incidente en donde un panel del fuselaje de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines se desprendió en pleno vuelo, lo que forzó al avión a realizar un aterrizaje de emergencia.
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