El Hotel Cecil, el lugar más misterioso de Los Ángeles y cuna de múltiples leyendas

Las ciudades esconden rincones misteriosos, donde las peores pesadillas pueden hacerse realidad. En Los Ángeles encontramos uno de los lugares más enigmáticos de Estados Unidos, se trata del Hotel Cecil y sus incontables historias.

¿Cuál es el origen del Hotel Cecil?

Durante la década de los 20’s, Los Ángeles era una de las ciudades más prósperas de EE.UU., repleta de personas y muchísimas oportunidades de negocios. La naciente industria del cine atraía a jóvenes aspirantes a actrices, mientras que las ofertas laborales resultaban atractivas para quienes migraban del campo a la metrópoli.

Por lo tanto, un grupo de inversionistas decidió financiar la creación de un nuevo hotel que sirviera como lugar de llegada para viajeros y turistas. El Cecil era moderno y lujoso para su época, tenía 700 habitaciones y aspiraba a ser uno de los hoteles más famosos de California.

Sin embargo, los problemas no tardaron en llegar. Poco después de su inauguración, un hombre llamado W.K. Norton se quitó la vida en la habitación que había rentado. A partir de ahí, empezaría la terrible leyenda negra del Hotel Cecil.

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Luego de lo ocurrido con Norton, se estima que en el hotel se quitaron la vida otras cinco personas. Igualmente, la zona donde se encuentra el Cecil fue una de las más afectadas por la Gran Depresión, por lo que pronto pasó de ser un hotel para viajeros y turistas, a convertirse en un lugar de paso para personas en situación de calle o con un presente turbio.

Adicionalmente, el Hotel Cecil está ubicado en un de los peores vecindarios de Los Ángeles, el Skid Row. Este barrio es una zona de tolerancia en Estados Unidos.

Al formar parte de un vecindario con serios problemas de seguridad, el Cecil se convirtió en una especie de refugio, donde aquellos que estaban desesperados, querían escapar o necesitaban esconderse, podían hacerlo.

De Richard Ramírez a Elisa Lam

A lo largo de sus años, el Hotel Cecil ha visto pasar todo tipo de personajes, muchos de ellos se convirtieron en protagonistas de los peores crímenes de Los Ángeles. Uno de estos inquilinos fue Elizabeth Short, conocida como La Dalia Negra.

Ella fue vista por última vez en el bar del Hotel Cecil, un par de noches antes de descubrir su cuerpo terriblemente mutilado en un parque. Igualmente, otro de los huéspedes que dejó su huella en el Hotel Cecil fue Richard Ramírez, un asesino serial que rentaba una habitación del piso 14.

Richard Ramírez fue uno de los asesinos seriales más prolíficos del estado de California,  y se le acusó de haber acabado con la vida de, por lo menos, 14 personas. Según Kenneth Givens, un antiguo residente del hotel, todos los pisos superiores del Cecil eran el refugio ideal para todo tipo de criminales, ya que ningún empleado del hotel subía hasta allá y las autoridades no revisaban el lugar.

La reputación del Hotel Cecil era tan mala, que los dueños del edificio decidieron venderlo, esperando deshacerse de tantos problemas. Los nuevos propietarios intentaron mejorar el lugar y en 2011 lo reinauguraron con el nombre de Stay On Main, un hospedaje acogedor pero de bajo costo para jóvenes turistas.

Uno de los huéspedes de Stay On Main fue Elisa Lam, una muchacha canadiense de 21 años que estaba conociendo California. El cuerpo de Lam apareció en uno de los tanques de agua del edificio, después de estar desaparecida por varios días. Lo último que se supo de ella fue gracias a una cámara de seguridad, que la grabó mientras subía al ascensor, mostrando un comportamiento muy errático.

La clausura del Hotel Cecil, el final de una leyenda

Desde que abrió sus puertas en 1924, la tragedia ha acompañado la historia del Hotel Cecil. Su sucesor, el Stay On Main, no pudo superar la mala fama del lugar y fue cerrado en 2017 por decisión de los propietarios.

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Posteriormente, fue oficialmente clausurado por la administración de Los Ángeles. Sin embargo, muchas leyendas urbanas existen alrededor del Cecil. Sea como sea, el hotel tiene un lugar en la historia como uno de los edificios más aterradores de Estados Unidos. Sus 14 pisos y 700 habitaciones aún guardan secretos que son imposibles de descubrir.

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