El FBI detiene al líder de un grupo de extrema derecha en EE.UU. por el asalto al Capitolio
Stewart Rhodes, el líder y fundador de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, fue arrestado el 13 de enero por conspiración sediciosa. Es acusado de planificar un complot de gran alcance para asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021 e interrumpir la certificación de la victoria electoral del Biden.
El arresto del Rhodes, de 56 años, fue un avance importante en la extensa investigación del ataque al Capitolio que se está llevando a cabo desde entonces.
Además, no ha sido el único: también otras 10 personas asociadas a Oath Keepers han sido imputadas por conspiración sediciosa. Son los primeros en ser acusados de este delito entre las más de 700 personas señaladas hasta ahora por participar en el asalto.
Además de Rhodes, los fiscales han detenido a Edwars Vallejo, de 63 años, por primera vez en relación al asalto. Vallejo era parte de los equipos de la “fuerza de reacción” que había desplegado la milicia, equipados con armas de fuego y otros equipos.
“Rhodes y ciertos co-conspiradores planearon detener la transferencia legal del poder presidencial para el 20 de enero de 2021, que incluía múltiples formas de desplegar la fuerza”, expone la acusación. “Coordinaron viajes por todo el país para ingresar a Washington DC. Se equiparon con una variedad de armas, se vistieron con equipo táctico y de combate, y estaban preparados para responder al llamado de Rhodes».
El Departamento de Justicia está al mando de una investigación que lleva más de un año en curso. Han presentado una variedad de cargos a los simpatizantes de Donald Trump que atentaron contra el Capitolio.
El cargo de conspiración sediciosa, que puede ser difícil de probar, está relacionado con el uso de la violencia para obstaculizar la ejecución de la ley federal. Conlleva una pena máxima de 20 años de prisión. Para la acusación, las evidencias más importantes provienen de las propias palabras de los acusados que utilizaban la aplicación de mensajería encriptada Signal.
En uno de sus mensajes otros miembros de los Oath Keepers, Rhodes escribió lo siguiente en noviembre de 2020: «No vamos a superar esto sin una guerra civil. Demasiado tarde para eso. Prepara tu mente, cuerpo y espíritu”. Cinco días después, publicó un llamado a la acción titulado Lo que debemos hacer nosotros, la gente, haciendo referencia a un levantamiento antigubernamental que hubo en Serbia en esas fechas.
En la víspera de Año Nuevo, siete días antes del asalto, envió un mensaje en un chat grupal de líderes de Oath Keeper. «No hay una forma política o legal estándar de salir de esto», escribía.
El asalto al Capitolio se produjo después de un mitin frente a la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump instó a sus seguidores a marchar hacia el Congreso. Una vez allí, los manifestantes pro-Trump hirieron a decenas de policías y consiguieron entrar al edificio, donde saquearon las oficinas y consiguieron detener el proceso de investidura. Los legisladores fueron evacuados del piso de la Cámara.
The Oath Keepers y los Proud Boys son los principales grupos ultra involucrados en el ataque que dejó 5 muertos y 140 heridos. Un año después, hay más de 700 acusados y solo 71 condenas.
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En una entrevista con The Washington Post el año pasado, Rhodes, un ex paracaidista del ejército y graduado en Derecho de Yale, negó repetidamente haber actuado de forma violenta. La misión, según explican algunos de los acusados, era brindar protección personal a los asesores de Trump, entre ellos Roger Stone.
En otra entrevista con The New York Times, Rhodes expresó su frustración porque varios miembros de su grupo habían «salido de la misión» cuando decidieron ingresar al Capitolio. Y agregó: «No hubo instrucciones mías o del liderazgo para hazlo.”
Aún así, en una acusación anterior, responsabilizó a otros 19 presuntos seguidores del grupo de ayudar e incitar a la obstrucción del Congreso. Dos de ellos se declararon culpables y acordaron cooperar con los investigadores. Otros acusados también admitieron haber escondido armas en un hotel cercano de Arlington (Virginia) para un posible uso de lo que llamaron una “fuerza de reacción rápida”.
En las últimas declaraciones de Rhodes, manifestó estar desilusionado con Trump y lo acusaba de no apoyar a los miembros de Oath Keepers. “Todas las personas que están siendo detenidas ilegalmente o a las que se les niega la libertad bajo fianza, están siendo abandonadas por Trump. No perdonó a nadie mientras aún estaba en el cargo”, dijo Rhodes.
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