Las características físicas no nos definen, sin embargo, hay personas que se han destacado porque salen de la norma, y se convierten en todo un referente. Esta es la fascinante historia del hombre más alto del mundo.
El 22 de febrero de 1918, Harold y Addie Wadlow recibieron al primero de sus cinco hijos. Al bebé lo llamaron Robert y al inicio todo pintaba a que el pequeño iba a tener una estatura promedio. Sin embargo, esto empezó a cambiar rápidamente.
Robert Wadlow crecía sin parar, a los ocho años de edad era más alto que su padre, y al final de su adolescencia media 2,54 metros de altura. Más tarde, Robert se inscribió en la Universidad de Shurtleff College para estudiar leyes.
Pero a diferencia de la mayoría de las personas, Wadlow nunca dejó de crecer. Esto afectó muchísimo su movilidad, pero también la forma en la que se relacionaba con los demás. Para él era muy incómodo que las personas no pudieran evitar voltear a verlo cada vez que paseaba por la calle.
El hombre más alto del mundo también fue víctima de discriminación, y era usual que fuese llamado «fenómeno». En alguna ocasión recibió una propuesta para ser parte de un circo.
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A mediados de la década de los 30’s, Wadlow comenzó a dar giras por EE.UU. y se convirtió en una celebridad nacional.
Wadlow vivía en una modesta ciudad llamada Alton, en el Estado de Illinois, y allí era poco lo que se sabía sobre el problema que causaba su imparable crecimiento. No obstante, Wadlow llamó la atención de numerosos médicos especializados en el desarrollo humano, y finalmente fue diagnosticado con hipertrofia de la glándula pituitaria, la cual emite la hormona que nos hace crecer.
En el caso de Wadlow, la hipertrofia había causado que la glándula pituitaria no solo produjera mayor cantidad de hormonas, sino que lo hacía sin parar. En aquel entonces, la hipertrofia de glándula pituitaria no tenía tratamiento, por lo que Wadlow continuó creciendo hasta el día de su fallecimiento.
Lamentablemente, la impresionante altura de Wadlow también le causó distintas complicaciones de salud, como perder sensibilidad en las extremidades y necesitar férulas o bastones para caminar. Cuando murió, Wadlow solo tenía 22 años de edad. 18 días antes habían confirmado su record mundial como el hombre más alto del mundo.
Hoy en día, Robert Wadlow sigue siendo la persona más alta de la que se tiene registro, y su altura solo puede compararse con la de John Rogan, otro hombre estadounidense que media 2,67m al momento de su muerte.
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Asimismo, el hombre vivo más alto del mundo es Sultan Kösen, originario de Turquía. Kösen mide 2,51m, quien trabaja como granjero y actor de circo ocasional. Junto al record del hombre más alto del mundo, también está el de la mujer más alta. Este le pertenece a Yao Defen, una ciudadana china que llegó a medir 2,31m.
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