El joven contaba ya con múltiples antecedentes por delitos y episodios violentos.
A comienzos de esta semana, la Policía Local de Logroño (España) detuvo a un joven por agredir a su madre mientras ella conducía. El motivo que alegó para usar la violencia es que su madre se negaba a comprarle un teléfono móvil nuevo.
Conducían por la carretera A-13, cerca de Logroño, cuando ocurrieron los hechos. El teléfono de emergencias recibió varias llamadas que informaban a los agentes sobre varios vehículos parados en la autovía A-13. Una patrulla de la Policía Local se desplazó al lugar y encontró a un joven de 26 años con heridas en diferentes partes del cuerpo. Además, junto a él estaba su madre que tenía la cara ensangrentada.
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Los afectados y los testigos de vehículos próximos a ellos narraron lo sucedido. Por lo visto, hubo quienes vieron cómo mientras el coche en el que circulaban madre e hijo se desplazaba empezó la discusión verbal, que pronto se agravó. El chico, que no quería aceptar que su madre no le comprara un teléfono nuevo, empezó a propiciarle puñetazos a la madre mientras conducía a una velocidad de 7o u 80 kilómetros por hora. Después la agarró de la cabeza, la golpeó contra el volante y terminó tirándose del coche en marcha.
El joven contaba ya con múltiples antecedentes por delitos y episodios violentos. Fue detenido por la policía y la madre se está recuperando todavía de los golpes. Ninguna otra persona resultó herida.
¿La adicción provoca violencia?
No es la primera vez que ocurre una agresión relacionada con la falta de conexión. Hace a penas unas semanas, el 8 de febrero de este mismo año, un adolescente de 15 años mató a su familia en Elche porque no tenía acceso al wifi. Había sido castigado por sacar malas notas y como no le pareció bien decidió actuar.
Asesinó a su padre, a su madre y a su hermano menor de tan solo 10 años. El arma con la que les disparó era una escopeta de caza de sus padres que la guardaban en casa. El chico convivió con los cadáveres durante 3 días hasta que se lo confesó todo a una vecina, quien dio la voz de alarma.
Según Marc Masip, psicólogo y experto en adicciones digitales, a pesar de considerarse una adicción, existe un factor muy diferencial entre las nuevas tecnologías y las drogas. Se trata de que las drogas no se pueden utilizar bien y el móvil sí, según dice, así que no deberíamos demonizar el segundo por sistema.
Por eso, recomienda a los padres «dar a los niños las pantallas cuanto más tarde mejor». Además, considera importante hablar en familia sobre el tema. Promueve el diálogo sobre los riesgos y beneficios del móvil y saber poner límites y normas.
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