Se sabe que el engaño y la mentira son comportamientos humanos muy comunes, pero hasta hace unos años, había muy poca investigación sobre que tan seguido alguien podía mentir. En el 2009, un estudio entrevistó a 1000 adultos en Estados Unidos y descubrió que 60% afirmaba no haber mentido en lo absoluto. Además, descubrieron que la […]
Se sabe que el engaño y la mentira son comportamientos humanos muy comunes, pero hasta hace unos años, había muy poca investigación sobre que tan seguido alguien podía mentir.
En el 2009, un estudio entrevistó a 1000 adultos en Estados Unidos y descubrió que 60% afirmaba no haber mentido en lo absoluto. Además, descubrieron que la mitad de las mentiras habían sido dichas por 5% de los encuestados.
Esta actividad sugiere, que aunque las tasas puedan variar, siempre va a existir un pequeño grupo de mentirosos con mucho talento para hacerlo.
Cuesta creer ese grueso número de ‘no mentirosos’ ya que creemos, porque nos conocemos a nosotros mismos, que cualquiera puede mentir de vez en cuando.
Algunas, tienen la capa protectora de ‘mentira blanca’, que se cree que no daña a nadie y en otros casos, conocemos o hemos sido autores de mentiras más graves, en ámbitos académicos, profesionales e incluso legales.
Si hay diferencias de comportamiento entre un tipo de mentiroso y otro, especialmente en la recurrencia.
Gracias a esto, algunos investigadores han intentado desenmascarar formas de detectar mentiras, que aunque no sean tan fáciles, existen algunas señales que sirven de indicadores.
Como muchas cosas, dicen que es un trabajo instintivo, pero eso no significa que tu ‘sexto sentido’ sea un superpoder.
Señales de la mentira
Psicólogos alrededor del mundo han usado el lenguaje corporal como herramienta para detectar la escapada verbal de la verdad, incluso abriéndose paso en fuerzas policiales.
Científicos de UCLA condujeron estudios sobre el tema, analizando decenas de estudios sobre el intento de engaño humano, para desarrollar recomendaciones y entrenamiento para la policía.
Los resultados de la investigación fueron publicados por el American Journal of Forensic Psychiatry.
Algunos signos potenciales de que alguien pudiera estar mintiendo o teniendo una actitud que se incline al engaño son:
-Ser vago, ofreciendo pocos detalles
-Repetir la pregunta antes de responderla
–Hablar en fragmentos de oraciones (dificultad para completarlas)
-Fallar en otorgar detalles en específico cuando una historia es debatida
–Muestras de ‘seducción’ como jugar con el cabello o presionar los dedos contra los labios
Edward Geiselman, jefe de la investigación, asegura que detectar la mentira nunca es fácil, pero el entrenamiento puede mejorar la habilidad de una persona para hacerlo.
Si sospechas que alguien está mintiendo, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a descubrirlo.
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No puedes solo apoyarte en el lenguaje corporal, que aunque muchas veces es una pista, un lenguaje corporal incómodo puede ser síntoma de otra cosa, que no necesariamente es una mentira.
Por ejemplo, el mito del movimiento de los ojos, que no es un delator de la mentira.
Para muchos, mover los ojos en varias direcciones o mirar de un lado a otro, sugiere que una persona está pensando, o en términos más precisos, accediendo a su memoria a largo plazo.
Otros estudios han determinado que las señales que se creen más efectivas, como esta de los ojos, están entre los peores indicadores.
La clave es entender a que señales prestarle atención, como la vaguedad antes mencionada. Si alguien deja un detalle importante de una historia por fuera, puede que estén tratando de mentir.
La incertidumbre vocal también es una posible señal; si la persona parece insegura, puede estar mintiendo. De la misma manera, si parece indiferente, puede estar mintiendo.
La segunda es una estrategia usada por los mentirosos para evadir comprometerse con cualquier emoción y delatarse.
El overthinking también puede ser una señal clara. Mientras es normal pensar para acordarse de algo o tener pequeños espacios mientras se verbaliza algo para completarlo, si parece que la persona está pensando demasiado en cosas regulares, puede estar mintiendo.