Viajar de Nueva York a Londres en menos de tres horas pareciera ser un sueño; pero un nuevo proyecto que es liderado por la NASA y varias compañías podría hacer que no esté tan lejos de la realidad.
Un estudio de la agencia espacial estadounidense identificó que existe un enorme potencial para establecer vuelos supersónicos de pasajeros en al menos 50 rutas en el planeta.
Viajar de Nueva York a Londres en unas tres horas pareciera ser un sueño; pero un nuevo proyecto que viene siendo liderado por la agencia espacial estadounidense y varias compañías podría hacer que no esté tan lejos de la realidad.
Hablar de viajes supersónicos nos remonta a la historia del Concorde, un avión que revolucionó la industria aeronáutica en los años 70. Sin embargo, esta aeronave fue sacada del servicio en 2003 por los altos costos de operación, un número limitado de aeronaves y su nivel de contaminación.
Desde entonces, se han desarrollado nuevas tecnologías y propuestas para construir aviones que reduzcan la duración de los vuelos y que al mismo tiempo sean más sostenibles.
La NASA analizó el potencial para establecer algunas rutas con aviones que podrían viajar a una velocidad de Mach 2 y Mach 4 (entre 1.535 y 3.045 millas por hora al nivel del mar).
Los aviones comerciales vuelan actualmente a unas 600 millas por hora; por lo que la propuesta de revivir los vuelos supersónicos a través del planeta sería completamente ambicioso y varias compañías se han sumado a la idea.
De esta forma, volar de Nueva York a Londres sería cuatro veces más rápido si existiera una ruta con vuelos supersónicos.
“Dado que Estados Unidos y otras naciones prohíben los vuelos supersónicos sobre tierra, los hallazgos de los estudios abarcaron los viajes transoceánicos; incluidas las rutas de gran volumen del Atlántico Norte y las que cruzan el Pacífico”, indicó la NASA.
Uno de los principales retos para el desarrollo de este tipo de aviones serán los costos operacionales y especialmente la reducción del boom sónico que provocan al superar la velocidad del sonido; así como aspectos en seguridad y eficiencia.
La agencia espacial experimenta con su avión supersónico X-59 con la misión Questt; con la que busca obtener nuevos hallazgos en materia de seguridad que contribuyan a revivir los vuelos supersónicos.
El gerente del Proyecto de Tecnología Hipersónica de la NASA, Mary Jo Long-Davis, destacó que este tipo de proyectos marcarán una hoja de ruta para el futuro de la aviación.
«Somos colectivamente conscientes de la necesidad de tener en cuenta consideraciones de seguridad, eficiencia, económicas y sociales. Es importante innovar de manera responsable para devolver beneficios a los viajeros y no dañar el medio ambiente”, indicó Long-Davis.
Los aviones supersónicos podrían estar llamados nuevamente a ser protagonistas del espacio aéreo del planeta en el futuro; por lo que es posible que nuevamente los veamos surcando los cielos y reduciendo drásticamente los tiempos de vuelo entre ciudades.
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