Unos castores le ahorraron millonarios recursos a un país al construir una represa que ayudó a revitalizar una zona

Los castores son conocidos por ser los ingenieros de la naturaleza y así lo demostraron al construir una represa con la que le ahorraron una millonaria suma al gobierno de República Checa.

Todo sucedió cuando estos animales ayudaron a revitalizar un área paisajística protegida en este país. El gobierno tenía planeado iniciar un proyecto para hacer este trabajo en un tramo del río Klabava.

Sin embargo, los castores se adelantaron al empezar a construir sus represas y terminaron creando humedales que contribuyeron a la recuperación de esta zona.

Karolína Sulová, portavoz de la Agencia de Protección de la Naturaleza y el Paisaje de la República Checa, destacó que el trabajo realizado por estos animales le ahorró al estado una importante suma de recursos para proteger este río.

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Al parecer, esta familia de castores llegó a la zona en 2020 y comenzaron a morder sauces para empezar a construir sus represas en el río.

Esto les permitió elevar los niveles del agua para transportar las ramas y troncos y sentirse más seguros en los refugios.

«Esta especie crea así ‘gratis’ lo que tiene una demanda extraordinaria en el contexto del agua climática. Sus represas retienen el agua en el paisaje y sus cascadas reducen los caudales máximos durante las lluvias, lo que contribuye a reducir el riesgo de pequeñas inundaciones”, dijo.

De acuerdo con la funcionaria, estos humedales de castor funcionan como purificadores de raíces, reducen la concentración de nitrógeno y fósforo en los arroyos.

Bohumil Fiser, jefe de la administración del Área de Paisaje Protegido de Brdy, destacó que esta «obra» de los castores tuvo un enorme impacto en las finanzas y el medio ambiente.

«Esto permitió ahorrar varios millones de coronas y retener varios metros cúbicos de agua, creando un humedal natural en la llanura de inundación del cauce histórico del río», aseguró.

Las autoridades ambientales estiman que en la República Checa puede haber unos 15.000 castores.

Aunque en este caso los funcionarios están felices, muchas localidades y gobiernos no están tan contentos con los trabajos que hacen estos castores. Sus ‘obras de ingeniería’  también pueden provocar inundaciones en los campos que generan cuantiosos daños.

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