Blacklash a Kim Kardashian por quejarse de que “la gente no tiene ganas de trabajar”

Kim Kardashian ha acaparado los titulares una vez más al decir que “últimamente la gente no tiene ganas de trabajar”. El problema y lo que ha molestado a los usuarios de las redes sociales es que se atreva a pronunciar dicha frase desde una postura acomodada y privilegiada. 

El revuelo se ha levantado después de que Variety publicase una vídeo donde la empresaria le da consejos a las mujeres sobre cómo ser exitosas. “Tengo el mejor consejo para las mujeres en los negocios. Levanta tu maldito trasero y trabaja. Parece que nadie quiere trabajar”, comienza diciendo.

Las redes estallaron, muchos y muchas enseguida se posicionaron en contra de su discurso individualista. Lo cierto es que hay una gran masa de mujeres que sí que trabajan con ganas e invirtiendo gran parte de sus vidas, pero se encuentran en una situación muy precaria. Algo que, por supuesto, no es culpa suya. En resumen, apuntaban internet, lo que hace falta es disponer de salarios justos.

De hecho, hay quien incluso ha considerado el comentario como una especie de burla por su privilegio exagerado. “Tienes que rodearte de una familia rica. Ese es el truco”, se burlaba cínicamente una usuario. «La palabra del día es ironía”.

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Empresaria, abogada y sí, privilegiada

En la misma entrevista donde Kim Kardashian afirma este comentario clasista, también ha asegurado que no le afecta la imagen que se ha creado entorno a ella de “ser famosa solo por ser famosa. ¿A quién le importa? Nos enfocamos en lo positivo. Nos partimos el culo. Si eso es lo que piensas, entonces lo siento. Simplemente no tenemos la energía para eso. No tenemos que cantar, bailar o actuar; podemos vivir nuestras vidas, y bueno, lo logramos. No sé qué decirte”, explica en el mismo reportaje.

En cualquier caso, lo que es innegable es que Kardashian venía de una familia rica y con facilidades para desarrollarse. Eso es lo que ha posibilitado crear su exitosa marca de ropa interior Skims, y mientras tanto, sacarse el título de abogada. Una opción que para muchas es sencillamente imposible de realizar.

 

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