Este 8 de noviembre en Estados Unidos se vivieron las elecciones intermedias. En ellas se eligieron a 35 de los 100 escaños al Senado, las 435 curules de la cámara de representantes y los respectivos gobernadores de los 36 estados; También, se renovaron los secretarios de estado y otros cargos de la rama ejecutiva estatal.
A casi 10 días del sufragio se cumplió lo que muchos demócratas temían y lo que los politólogos ya habían profetizado: el Partido Republicano le arrebató el control de la Cámara de Representantes al Partido Demócrata. Esto sin duda es un duro golpe para el presidente Biden y para sus políticas de estado.
A partir de enero, Estados Unidos tendrá un gobierno dividido teniendo en cuenta que una de las dos cámaras es oposición del presidente en ejercicio.
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Aunque parece algo atípico, lo cierto es que desde los años 70 los gobiernos divididos en EE.UU. son muy comunes, pero este tiene varios aspectos diferenciales en la agenda nacional:
Dentro de este panorama, los republicanos lograron 218 escaños y así se hicieron con la mayoría en la Cámara baja del Congreso.
«Las elecciones de la semana pasada demostraron la fuerza y la resiliencia de la democracia estadounidense», dijo Biden en un comunicado. «Felicito al líder McCarthy porque los republicanos ganaron la mayoría en la Cámara y anuncio que estoy listo para trabajar con ellos para lograr resultados para las familias trabajadoras».
Ciertamente, aún falta terminar el recuento de los votos y esto significa que la cantidad de representantes republicanos puede aumentar. Los analistas dicen que pueden pasar de 218 a 221 en las próximas horas.
Mientras tanto, Donald Trump anunció lo que ya se veía venir: planea retomar la presidencia en las próximas elecciones. De cumplir su objetivo, el expresidente ya contaría con una gobernabilidad en la Cámara de Representantes en los primeros años de su segundo mandato.
Antes de que iniciaran las votaciones, las encuestas y las predicciones de los analistas perfilaban al Partido Republicano como el gran ganador de la contienda, algo que sin duda afectará la presidencia de Joe Biden. Hoy, ambos partidos están acudiendo a los ataques y ambos aseguran que sus contrarios están acabando con la democracia, algo que ha desencadenado en una incertidumbre en el país.
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