La Agencia Efe, El País, la BBC, CNN y otros grandes medios han decidido cesar su actividad en Moscú. Han tomado la decisión después de la aprobación de una nueva ley que prevé penas de hasta 15 años de cárcel por difundir lo que las autoridades rusas consideran «información falsa». Además de los canales extranjeros, han caído otros medios rusos esta semana. La única televisión independiente que quedaba, Dozhd, cerró su emisión con El lago de los cisnes. Como forma de protesta, el grupo de hackers internacional llamado Anonymous ha advertido de que ha pirateado varias retransmisiones de los canales de televisión rusos para competir con la censura oficial.
En concreto, han hackeado algunos servicios de streaming y canales de televisión estatales rusos para mostrar imágenes y mensajes relacionados con la invasión de las tropas rusas.
Este ciberataque ha permitido emitir imágenes de la guerra en Ucrania para mostrar vídeos de la ofensiva militar y las consecuencias que hay en el territorio invadido. De esta forma, los hackers vinculados a Anonymous se han unido al movimiento ‘hacktivista’ que apoya a Ucrania.
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Los canales en los que han intervenido los hackers son: Russia 24, Channel One y Moscow 24. Además se han intervenido servidores similares a Netflix en Rusia como por ejemplo Wink o Ivi, que cuentan con miles de suscriptores.
La programación de estas emisoras ha sido modificada en algunos momentos con el objetivo de evidenciar las consecuencias de los ataques realizados por Rusia en las distintas ciudades ucranianas.
Primero, Anonymous bloqueó los portales oficiales TASS, Fontanka y Kommersant. El domingo atacaron también a la agencia de noticias Sputnik. Después de inhabilitar canales de noticias y hackear la agencia espacial rusa, Roscosmos, Anonymous ha decidido enviar una amenaza directa a Putin: «revelaremos todos sus secretos».
También realizaron acciones con el objetivo de perjudicar a Putin. Por ejemplo, manipular algunos datos marítimos en relación al yate de lujo del que dispone. Se llama «Graceful», está valorado en 97 millones de dólares y le han cambiado el nombre a «FCKPTN».
A medida que el conflicto avanza entre Rusia y Ucrania, también avanza en el mundo cibernético y las filtraciones de datos emergen como una herramienta estratégica.
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