Ángeles Durán ha insistido por más de diez años que es la propietaria del Sol y tiene un documento que podría respaldar su afirmación
Siempre hemos creído que existen cosas en el mundo que no se pueden comprar como las nubes, el cielo, las estrellas, la Luna, el aire y otras cosas más; sin embargo, una española de nombre Ángeles Durán afirma ser la dueña del Sol.
Para muchos suena ridículo, y lo es, pero Durán por más de diez años ha insistido en que es la propietaria del Sol. De hecho, tiene un supuesto documento que así lo confirma.
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¿Cómo Ángeles Durán consiguió la supuesta propiedad del Sol?
Ángeles Durán es psicóloga y abogada y haciendo uso de sus conocimientos en derecho, según han reportado medios de comunicación locales, la mujer consiguió un acta notarial que la reconoce como dueña del Sol. Un fragmento del documento dice:
«Propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra en el centro del Sistema Solar, situada a una distancia media de la Tierra de aproximadamente 149.600.000 kilómetros».
Ciertamente, el registro del Sol a su nombre lo realizó Ángeles Durán en 2010, pero en 2013 fue que su caso se hizo popular. Ese año, la abogada intentó parcelar el astro y vender la propiedad a través de eBay.
Como era de esperarse, nadie compró ninguna parcela y poco días después, la página eliminó la publicación. ¿Qué hizo la mujer? Demandar al portal web por no permitirle vender su producto.
Las demandas
Después que su publicación fuera borrada, Durán le exigió a eBay la suma de 10 mil euros por no permitir que ella vendiera el Sol por medio de su plataforma. El portal web, por su parte, se mantuvo en su posición de que el producto era intangible, por ende, incumplía con sus políticas.
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Al final, la demanda no llegó a buen término. Sin embargo, esta no es la primera vez que Ángeles Durán tiene un pleito judicial con grandes compañías.
En 2008, la mujer registró a su nombre el famoso grito de Tarzán. SGAE le ganó el pleito legal.
Para terminar de adornar sus intenciones, Ángeles Durán busca cobrar una especie de impuesto por usar el Sol, argumentando los múltiples beneficios que da el astro a los seres vivos en la Tierra. Sin embargo, a partir de esta petición, la mujer recibió una demanda de una persona anónima que la responsabiliza del daño que causan los rayos ultravioletas en la piel.
Sí, sabemos que todo esto suena descabellado, pero es una historia completamente verídica. Este video te puede ampliar la información:
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