El último judío de Afganistán ha vivido en terribles condiciones, pero tomó la decisión de quedarse
Zablon Simintov se negaba a irse de Afganistán. Sufrió la invasión soviética, una guerra civil, el brutal mandato del talibán y la ocupación de Estados Unidos.
Se negaba, en pasado, porque en abril de este año el ‘último judío de pie’ declaró a la AFP que planeaba dejar su país. Su preocupación no es para menos, es el cuidador de la única sinagoga de Kabul.
«Me llaman infiel, ¿por qué debo quedarme?» fue la explicación de Simintov a periodistas en su momento, luego de que se supiera de la retirada del ejército estadounidense de Afganistán.
Nació en los 50s en la ciudad de Herat. Su llegada a la capital afgana fue nada menos que durante la invasión soviética, a principios de los 80s, cuyo conflicto se sostuvo desde 1979 a 1989. Estos años los recuerda con especial cariño.
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En su llegada había relativa estabilidad, pero la relación histórica entre los hebreos y Afganistán data de hace más de 2500 años. Miles llegaron a poblar ciudades del país.
«Soy el último, el último judío de este país. Se puede poner peor para mí cuando el Talibán llegue…»
Malos recuerdos del último judío
Durante el mandato de los talibanes en Afganistán, de 1996 a 2001, trataron de convertirlo a la fuerza y según él, en ese período, estuvo cuatro veces en prisión.
Guardaba esperanzas cuando el Talibán fue expulsado en 2001, tenía sueños de prosperidad.
En la sinagoga, fue víctima de ataques y redadas. Una vez entraron, rompieron menorahs y se robaron una Torah antigua. Ahí vivía con el otro judío en Afganistán, que murió en 2005.
Con el pasar de las décadas de conflicto, todos los judíos afganos han regresado a Israel, incluyendo su esposa y sus dos hijas. ‘Un orgulloso afgano’, como se hizo llamar Zablon Simintov, en su lucha de dignidad, se rehusaba, hasta ahora.
«El Talibán es el mismo de hace 21 años» dijo. «He perdido toda fe en Afganistán… No hay más vida aquí»
Debido a la toma de poder de los talibanes hace unos días, su comunidad y cierto público interesado ha demostrado preocupación por Zebulon, de 62 años. No había aparecido públicamente desde hace varios meses y se desconocía su paradero.
Gracias a esto, muchas organizaciones judías han expresado su interés en ayudar a Simantov, pero ahora asegura que no se quiere dejar Afganistán.
Mendy Chitrik, el jefe de la alianza de rabinos en los estados islámicos, dijo haber contactado a las autoridades de Turquía, respecto a la situación de Simantov, para ayudarlo.
A su vez, un empleado de un grupo judío, dijo al Jewish Telegraphic Agency que un periodista en Kabul contactó a Simantov, hace pocos días, y este dijo que se rehusaba a irse y que seguiría haciendo su trabajo.
El Talibán sabe de la existencia y posición de Simantov, tal vez demasiado, porque ha expresado su posición en varias entrevistas.
Por esto, un periodista israelí le preguntó a Suhail Shaheen, un representante de los talibanes en Qatar, si Simantov estará a salvo bajo el régimen talibán.
«No dañamos a las minorías. En Afganistán hay Sikhs e Hindus en el país y tienen libertad religiosa» dijo este.
Esperemos que cumplan su palabra.