Las condiciones económicas de gran parte de los colombianos les ha dificultado por años cumplir su sueño de tener casa propia.
Los altos costos de la vivienda en el país, especialmente en Bogotá, han sido uno de los grandes obstáculos para cumplir este objetivo; pero ahora son las nuevas generaciones las que se han visto más afectadas.
Factores como la informalidad laboral, el bajo nivel de salarios y el alto costo de vida es para muchos el mayor impedimento.
PlayGround salió a las calles con su serie VIVIR AQUÍ para conocer las realidades y opiniones de los bogotanos frente al acceso a la vivienda.
«El costo de vida es alto. Los servicios, la administración, la canasta familiar ha subido un montón. Vivir en Bogotá es caro», dijo una ciudadana que vive en el barrio Colina, al norte de la ciudad.
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Esta zona es una de las más privilegiadas de Bogotá debido a que cuenta con una amplia oferta de vivienda, buenas vías de acceso, zonas comerciales y parques.
Sin embargo, no muchas personas pueden asumir los costos de tomar un arriendo o tener casa propia en Colina.
Por ejemplo, un apartamento nuevo de 60 metros cuadrados en esta zona puede llegar a tener un precio inicial en promedio de unos 530 millones de pesos (137.000 dólares).
«La idea de tener un apartamento propio (…) me parece demasiado loco. Tendría que tener un sueldo muy hijuep*ta y ahorrar por mucho tiempo para alcanzarlo a tenerlo», dijo una joven a VIVIR AQUÍ.
Ante esta realidad social, una gran parte de la población colombiana vive en arriendo y esto evidencia la forma como tienen que ajustar sus ingresos y estilo de vida.
De acuerdo con el Informe de Oferta de Mercado Inmobiliario de la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas), el 40.2 % de los hogares viven en alquiler.
Además, la mayor parte de la oferta de arriendos en el país se registra en los estratos 1, 2 y 3 debido a que las poblaciones de ingresos bajos y medios son los que más acceden a este tipo de vivienda.
Para contrastar esta realidad indagamos el costo de un arriendo de un apartamento pequeño en la zona de Colina. El valor puede llegar a ser de entre 1.500.000 y 3.000.000 de pesos (entre 382 y 774 dólares).
De esta forma, para una persona que gana el salario mínimo de 1.300.000 pesos (335 dólares) sería imposible vivir en esta zona.
Si esto es así para tomar un arriendo, no podemos pensar las dificultades que podría enfrentar una persona que recibe estos ingresos para adquirir una casa propia.
«No es posible de pronto uno ir a decir ‘de la nada, me voy a ir a vivir solo’ porque el mínimo no alcanza. Sí te alcanza para el arriendo, no te alcanza para el mercado», aseguró una joven.
Estas razones evidencian porqué millones de colombianos, especialmente jóvenes, enfrentan dificultades para vivir en casa propia.
Los costos de la vivienda, su nivel de salarios y estilo de vida condiciona la forma como estas personas tienen que vivir; por lo que muchas suelen ubicarse en las zonas periféricas de la ciudad en donde es más barato.
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