Kellie Poole pagó para tener una terapia de agua fría en un río, pero no sabía que padecía de una condición cardíaca que terminó provocándole la muerte.
Una mujer murió de forma súbita luego de que asistiera a una sesión de terapia de agua fría en un río en Inglaterra, sin saber que sufría de una enfermedad cardíaca.
Kellie Jean Poole pagó 243 dólares por vivir esta experiencia en abril de 2022; pero falleció al sufrir un paro cardíaco al momento de sumergirse en el agua del río Goyt.
Los paramédicos le brindaron los primeros auxilios pero declararon a esta madre de tres hijos como muerta en Derbyshire (Inglaterra).
Esta británica habría decidido tomar esta terapia por los beneficios que se han conocido y difundido en varios videos en las redes sociales, en donde muchas personas se sumergen en agua fría.
Ante esto contactó a la compañía Breatheolution que ofrece este servicio asegurando que ayuda a mejorar la salud mental, aliviar el estrés y estimular el sistema inmunológico.
“La terapia de frío y la exposición al frío están demostrando ser muy beneficiosas de muchas maneras; desde lesiones deportivas hasta ayudar a quienes padecen trastorno de estrés y ansiedad. Sin mencionar lo que el frío aporta a nuestros sistemas inmunológico y nervioso», dice la pagina web de la compañía.
La amiga de la mujer Victoria Fielding aseguró que ese día todos los participantes estaban «temblando del frío» porque solo vestían trajes de baño.
Además, solo hicieron unos ejercicios de respiración durante 15 minutos antes de entrar al agua fría.
Kellie estaba disfrutando de la experiencia pero empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza y de repente se desplomó en el río.
Determinan las causas de su muerte
Las autoridades iniciaron una investigación para conocer las causas y luego de varios meses se logró determinar que su muerte fue «súbita».
Sin embargo, los análisis forenses descubrieron que Kellie tenía una enfermedad cardíaca no diagnosticada, que probablemente contribuyó a su fallecimiento.
Kellie padecía de una hipertrofia ventricular izquierda, la cual es un engrosamiento de las paredes de la cámara inferior del corazón.
Además, se determinó que la temperatura del agua era de 10.7 grados centígrados y esto también habría influido.
El médico cardíologo Damien Kelly explicó ante un tribunal que el agua fría pudo haber causado un «latido irregular cardíaco» que provocó el colapso de Poole, según dijo The Guardian.
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Además, el peso corporal de Kellie Jean Poole influyó en su muerte ya que exigía que su corazón hiciera un mayor esfuerzo para funcionar.
«En mi opinión, todo está relacionado con el peso. Cuanto mayor es el peso del cuerpo, más duro tiene que trabajar el corazón» dijo el médico Abed Zaitoun, quien realizó un examen del cuerpo.
El caso tomó nuevamente relevancia luego de que el director de la compañía Breatheolution, Kevin O’Neill, fuera citado en medio de la investigación por la muerte de esta mujer.
De esta forma, los médicos argumentaron que el fundador no era culpable porque no tenía conocimiento de la enfermedad cardíaca de ella; por lo tanto no podía haber evitado su muerte.
Al conocerse esta historia, muchas personas han pedido tomar todas las precauciones con este tipo de terapias que se han vuelto virales y que se vienen realizando sin ningún control.