El profesor admitió que pagaba por un café mediano pero terminaba tomándose uno de tamaño grande al notar que los empleados de la tienda no se daban cuenta.
Un profesor fue despedido en Japón luego de que se descubriera que no había pagado el café que se sirvió de más en una tienda.
La cultura japonesa se ha destacado por la responsabilidad y así se pudo comprobar por la sanción que recibió un profesor al engañar a los trabajadores de una tienda pagando menos por esta bebida.
El director de una escuela secundaria en la prefectura de Hyogo tenía la costumbre de almorzar por fuera de las instalaciones.
Sin embargo, el trabajador de una tienda empezó a descubrir que el director hacía trampa a la hora de pagar su bebida.
Al parecer, el profesor de 59 años llegaba a la tienda y pagaba 110 yenes (73 centavos de dólar) por un café de tamaño mediano.
Pero al ir a la máquina llenaba una taza más grande presionando el botón, el cual costaba 180 yenes (1.2 dólares)
De esta forma, el director empezó a defraudar a este autoservicio sin pensar que le iba a traer graves consecuencias.
Al ser descubierto, se mostró «realmente arrepentido» por su mala conducta y dijo que lo hizo por «el impulso del momento».
Su comportamiento fue denunciado
El portal Japan Today reveló que el hombre terminó robando unas siete medias tazas de café con su estrategia.
Uno de los trabajadores denunció su comportamiento a la policía y el director de la escuela fue detenido por un uniformado.
Las autoridades interrogaron al profesor japonés pero lo dejaron en libertad ya que nadie presentó cargos en su contra.
Sin embargo, la historia llegó hasta sus jefes en la Junta de Educación de la Prefectura de Hyogo que decidió interrogarlo sobre lo sucedido.
El hombre admitió haber cometido este engaño en siete oportunidades desde junio del año pasado; por lo que pudo haber robado unos 490 yenes en café.
Además, admitió que todo empezó por un error que cometió al descubrir que en su taza mediana cabía un café grande y los empleados del autoservicio no se daban cuenta de lo que estaba haciendo.
Una falta grave
La junta decidió despedirlo por cometer «una falta grave impropia de un servidor público educativo» y pidió disculpas por lo sucedido.
Los jefes tenían varias opciones como llamarle la atención, suspenderlo y hasta reducirle el salario; pero tomaron la medida más drástica y ejemplarizante al echarlo del cargo.
«Revisamos acciones disciplinarias pasadas y concluimos que el despido es apropiado por reincidencia», dijo uno de los funcionarios de la junta.
Lo cierto es que la decisión sobre este profesor japonés generó todo un debate en las redes sociales. Algunos usuarios calificaron la medida como drástica y absurda cuando hay políticos que roba miles de veces más y no les pasa nada.
Por su parte, otros dijeron que como director debía dar ejemplo y por eso debía recibir una sanción ejemplar.
Algunos medios japoneses calcularon que el profesor tenía derecho a recibir unos 20 millones de yenes (135.000 dólares) por su jubilación, por lo que esta suma de dinero también la perdió.
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