Un hombre que cumple 30 años de cárcel fue liberado por su estado de obesidad. Foto: Freepik
Un hombre italiano que estaba preso luego de asesinar a su pareja fue liberado debido a que durante su tiempo en la cárcel se volvió obeso.
Dimitri Fricano cumple una condena de 30 años de cárcel luego de haber asesinado a su pareja Erika Preti con 57 puñaladas en el 2017.
El crimen se registró durante unas vacaciones en la isla italiana de Cerdeña luego de que la joven le hiciera un por dejar migajas mientras comían.
De esta forma, este hombre de 37 años estaba internado en una prisión de Turín; pero un inaudito fallo lo dejó en prisión domiciliaria.
La justicia italiana determinó que Dimitri debía salir de la cárcel ya que en los últimos meses aumentó drásticamente de peso hasta superar los 200 kilogramos; luego de haber ingresado a prisión pesando 120 kilos.
Durante su tiempo en prisión, el hombre también desarrolló adicción al cigarrillo y empezó a tener frecuentes episodios de epilepsia.
Ver más: Un prisionero que murió por unos minutos dice que ya cumplió su cadena perpetua
Los abogados de Dimitri Fricano presentaron un recurso para pedir su excarcelación debido a que su estado de salud no era compatible con las condiciones de la cárcel.
«Esto conlleva dificultad para caminar, sumado a la imposibilidad de seguir una dieta dentro de la cárcel. Esto crea un peligro de la vida debido al riesgo cardiovascular», reseñaron los medios locales.
Un tribunal de Turín les dio la razón a los abogados y determinó que Dimitri no podía seguir cumpliendo su pena en la cárcel por su estado de obesidad.
De acuerdo con el fallo, la comida que se le suministra a los reclusos no es baja en calorías; por lo tanto no es adecuada para este hombre en medio de la dieta que tiene que seguir.
«La detención en la prisión de La Valeta (Turín) es incompatible con las condiciones de salud debido también a la presencia de barreras arquitectónicas», reseña el fallo.
Fue de esta forma como un juez decidió que Dimitri Fricano puede recibir una mejor atención médica en casa acompañado de su familia.
Como era de esperarse, los familiares de la víctima reclamaron que este preso y asesino de su hija fuera liberado por estas extrañas condiciones.
«Al principio no entendía, me parecía imposible que hubieran tomado tal decisión sin decirnos nada. Me parece absurdo», manifestó la madre de Erika Preti a algunos medios locales.
El fallo también estableció que esta decisión tendrá una vigencia de un año y el criminal vivirá en casa de sus padres.
Sin embargo, al cumplirse este periodo tendrá una nueva revisión para determinar si su condición de salud mejoró; Además, se decidirá si se extiende su arresto domiciliario o regresa a prisión a cumplir su condena.
«Nadie me va a devolver a mi pequeña. Pero para nosotros el dolor es todavía demasiado fuerte para que lo liberen tan pronto. Fue como recibir una puñalada en el corazón», dijo el padre de Preti, Fabrizio Preti, al periódico italiano Corriere della Sera.
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