En nuestro día a día podemos experimentar varias emociones como la ansiedad a partir de las situaciones que enfrentamos, pero muchas veces nos preguntamos cómo podemos calmarla o controlarla.
Ese sentimiento de estrés, miedo o preocupación puede llegar a afectar nuestra salud mental cuando se vuelven recurrentes y alteran nuestra tareas diarias.
La persona que sufre esto puede presentar unos síntomas característicos como palpitaciones aceleradas, una sensación de ahogo y principalmente de angustia o fobias, entre otros.
La ansiedad es la principal condición de salud mental en el mundo debido a que millones de personas pueden sufrirla y no son conscientes de que la tienen.
Todo persona en algún momento ha experimentado ansiedad y por eso es importante aprender a manejarla y acudir al médico de forma oportuna cuando los síntomas se vuelven persistentes.
La ansiedad es una reacción normal del cuerpo que responde a una amenaza o peligro a la que se puede enfrentar una persona.
El portal especializado MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., lo define como un sentimiento de miedo que genera en las personas una constante inquietud y tensión ante una situación.
«Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora», reseña el portal.
Sin embargo, esta condición puede complicarse cuando perdura en el tiempo y empieza a afectar las actividades diarias de una persona.
En este caso, los médicos empiezan a analizar si la persona ha desarrollado algún trastorno de ansiedad a partir de una experiencia que la afectó gravemente y desencadenó este temor.
Los trastornos de ansiedad se producen cuando esta sensación no desaparece y puede empeorar con el tiempo.
De esta forma, la condición empieza a afectar y alterar las actividades diarias de una persona como su rendimiento en el trabajo, la escuela; así como la forma como se relaciona con otras personas.
Cuando se llega a esta situación, es necesario que un médico analice la condición y es posible que brinde un acompañamiento que a la vez puede requerir medicamentos.
Estos trastornos pueden ser considerados como enfermedades mentales graves. Se clasifican en varios tipos como trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social, trastorno de pánico y fobias específicas.
La ansiedad se manifiesta de diferentes formas, pero especialmente con un sentimiento de miedo ante cierta situación.
Lo cierto es que todos los trastornos puede tener síntomas diferentes pero se caracterizan por pensamientos difíciles de controlar e inquietudes, nerviosismo y tensiones constantes.
Las personas también suelen sentirse en una situación constante de peligro, pánico o de sufrir una catástrofe.
Esta condición también se presenta con latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias inexplicables, mareos, falta de aire, sudoración, temblores (movimientos nerviosos como tics), cansancio o debilidad.
A esto también se puede sumar algunos problemas para concentrarse y conciliar sueño; así como presentar problemas gastrointestinales y dolor de cabeza.
Además, también se vuelve evidente con los cambios de comportamiento de una persona para evitar estar en actividades a las que estaba acostumbrado a realizar.
El portal Medline Plus asegura que muchas personas recurren al uso de cafeína y otros productos, medicamentos y sustancias para calmar la ansiedad, pero muchas veces terminan empeorando los síntomas.
La ansiedad se puede diagnosticar a partir de una evaluación médica de un psiquiatra o psicólogo que analiza los síntomas de la persona durante una conversación inicial.
Dependiendo de la condición, el médico puede llegar a tener la sospecha de una causa específica y en este caso podría ordenar unos exámenes como resonancia magnética, pruebas de laboratorio o la valoración de otros especialistas.
En el primer paso el especialista en salud mental empieza a hablar con la persona sobre sus pensamientos y sentimientos para detectar un patrón.
«Los trastornos de ansiedad a menudo se producen junto con otros problemas de salud mental, como la depresión o el abuso de sustancias, lo que puede complicar la determinación del diagnóstico», dice el portal Mayo Clinic.
Uno de los patrones para identificar si una persona tiene ansiedad es evaluar si tiene un sentimiento de miedo, intranquilidad y nerviosismo frente a determinada situación.
A esto también se le puede sumar una constante preocupación por un tema o experiencia específica que ocupa su mente y le dificulta relajarse.
Muchas personas alrededor también pueden ser clave para identificar la ansiedad en una persona al notar cambios en su comportamientos y en la forma como se relaciona.
Otro aspecto clave es el insomnio y la sudoración pero cada persona puede experimentar diferentes síntomas.
La persona que presenta estos síntomas puede acudir a su médico de confianza para explicarle lo que le sucede. En este caso, el especialista evaluará la condición y determinará si los síntomas podrían o no estar relacionados con otra enfermedad.
Una evaluación psicológica le ayudará a entender a la persona la condición y determinar si en realidad sufre de ansiedad o tiene otro trastorno de salud mental.
Dependiendo de la conclusión médica, se determinará si es necesaria una evaluación psiquiátrica con la que se puede conocer la gravedad de la ansiedad, el estado de salud de la persona o si puede ser tratada con o sin medicamentos.
Los médicos determinarán la condición de cada paciente y dependiendo del nivel de ansiedad pueden decidir dos tratamientos: psicoterapia y medicamentos.
De esta forma, el especialista analizará el estado y podría recetar uno de los dos tratamientos o una combinación de ambos.
El portal Mayo Clinic asegura que la psicoterapia también es conocida como una terapia del habla o de acompañamiento psicológico.
En ese caso, el terapeuta le brindará a la persona las mejores técnicas de una terapia cognitiva conductual (TCC) con la que se pueden mejorar los síntomas y gradualmente retomar las actividades y la tranquilidad que se alteraron por la ansiedad.
Generalmente, esta terapia también contempla una exposición a ese objeto o situación que provoca la ansiedad de la persona para generar confianza y controlar la condición.
Por su parte, los medicamentos se utilizan para aliviar los síntomas y son recetados dependiendo del tipo de ansiedad o problemas de salud física o mental.
Por ejemplo, los médicos pueden llegar a recetar antidepresivos o sedantes pero analizando los beneficios y riesgos de su uso ante posible efectos secundarios.
A pesar de que el mejor consejo para una persona con ansiedad es acudir a un médico para evaluar su condición de salud mental, existen algunas técnicas que podrían ayudar a controlar estos síntomas cambiando algunos estilos de vida.
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