Una testigo de Jehová demandó a España por haber recibido una transfusión de sangre con la que le salvaron la vida

Una ecuatoriana demandó a España ante un tribunal por recibir unas transfusiones de sangre que le salvaron la vida, a pesar de que ella se había negado por su religión.

Rosa Edelmira Pindo es una testigo de Jehová que sufrió una hemorragia en junio de 2018 y la tuvieron que internar en un hospital de Madrid.

Los médicos consideraron que necesitaba de una intervención urgente y decidieron consultar a un juez de guardia al enterarse que profesaba esa religión.

Luego de recibir la autorización, los médicos le realizaron una cirugía y unas transfusiones de sangre que permitieron salvarle la vida.

Sin embargo, ella había redactado unos documentos autenticados desde hace unos años en los que rechazaba recibir sangre de un donante.

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Al enterarse de lo sucedido, esta mujer de 53 años se escandalizó y sintió que sus derechos habían sido violados. Además, reclamó que era víctima de “paternalismo médico» por ser testigo de Jehová.

Es probable que gane la demanda

La mujer presentó una demanda pero la justicia española aseguró que su recurso de amparo era inadmisible.

Ante esto, Rosa Edelmira decidió demandar a España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) argumentando que este procedimiento le fue realizado sin su consentimiento.

Los abogados se presentaron a una audiencia de este tribunal y argumentaron que se le violaron los derechos del respeto a la vida privada, la libertad de pensamiento y religión.

Lo cierto es que es probable que la justicia pueda fallar a su favor. El Tribunal de Estrasburgo ya había analizado o su visto otro caso referido a testigos de Jehová en Rusia.

«Los pacientes tienen que tener el derecho de elegir de acuerdo con sus propios puntos de vista y valores por irracionales, insensatas o imprudentes que puedan parecer a los demás», dijo el tribunal.

Es posible que le den la razón a esta testigo de Jehová en su reclamación por su transfusión de sangre; ya que las autoridades ni los médicos podían imponer un tratamiento contra su voluntad.

El abogado de Pindo, Petr Muzny, dijo que solo esperan que los jueces fallen a su favor para que este caso deje un precedente en materia de libertades.

«Quiere que su penosa experiencia sirva como precedente para que ningún paciente competente en Europa tenga que enfrentarse a la fuerza a un tratamiento contra el que se ha manifestado tanto de forma oral como escrita», dijo Muzny.

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