Richard Perry Loving y Mildred Jeter pasaron a la historia no solo como una pareja que sobrepasó todas las barreras para hacer posible su amor, sino como la primera de muchas uniones interraciales en los Estados Unidos.
En 1951 Richard tenía 17 y Mildred 11 cuando el destino los unió. La barrera de la edad fue la primera de muchas que debieron enfrentarse. Es por esto que esperaron hasta que ella cumpliera los 18 años para poder casarse legalmente en el estado de Washington, ya que era uno de los pocos que permitía el matrimonio entre personas de color de piel diferente. Pero ese no era el lugar para ellos y decidieron regresar a su pueblo natal: Central Point.
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Era de madrugada cuando tres oficiales se presentaron a ambos lados de la cama y entre gritos y la luz cegadora de las linternas despiertan a la pareja para interrogarlos. No entendían qué hacía un hombre blanco durmiendo con una mujer negra.
Los Loving fueron enfrentados a un tribunal donde se les condenó a un año de prisión. ¿Cuál era la razón? «Cohabitar como hombre y mujer en contra de la paz y la dignidad de la comunidad de Virginia».
Sin embargo, el juez les ofreció suspender la sentencia con la condición de abandonar Virginia y no regresar en un periodo menor a 25 años. Eso hicieron, se mudaron a Washington con la esperanza de regresar algún día.
Mildred sabía que las cosas no cambiarían si no lo hacía ella misma. Llevó su caso a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, quienes trataron de cambiar la opinión del juez, pero se negó rotundamente.
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La historia dio un giro inesperado en 1966 cuando la la revista LIFE realizó un reportaje sobre la pareja titulado ‘El crimen de estar casado’. Como era de esperarse, su historia llegó a cada rincón del país. Tal fue el impacto que el caso Loving vs Virginia llegó a la Corte Suprema de Justicia.
Un año más tarde, en 1967, a ocho años de la condena y el exilio de la pareja, el tribunal declaró inconstitucionales «todas las leyes contra las uniones segregacionistas del país». Lo que para ellos fue una lucha personal se convirtió en un cambio de la historia de los Estados Unidos para siempre.
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