Un gran número de ciervos se apropió de una pequeña isla en Corea del Sur en donde se han venido reproduciendo sin control desde los años 80.
La isla Anma tiene 150 habitantes en la actualidad, pero el número de ciervos ha aumentado drásticamente y se estima que hay unos 1.000 ejemplares libres.
Esto se ha convertido en un grave problema para estas personas. Estos animales están en un territorio que es un poco más grande que el Central Park de Nueva York.
La historia de estos animales se remonta a 1985 cuando unos granjeros introdujeron 10 ciervos en la isla. El objetivo en ese entonces era comercializar sus astas que eran apetecidas por la medicina tradicional.
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Pero el interés por estos remedios se perdió y los granjeros los abandonaron a su suerte generando un grave problema años después en la isla.
Los habitantes de Anma tuvieron que adaptarse a convivir con ellos y tuvieron que instalar vallas y redes para protegerse y restringirles el acceso a sus casas y cultivos.
De esta forma, estas personas le pidieron al gobierno que actúe frente a esta problemática. Además, piden declarar a los ciervos como ‘fauna silvestre dañina’ para poder cazarlos y reducir su población.
“Lamento decir esto, pero tenemos que deshacernos de ellos, que es nuestra intención, incluso si eso significa que tenemos que matarlos”, dijo uno de los habitantes a la agencia Reuters.
A pesar de esto, los ciervos y el paisaje de esta isla se convirtieron en un gran atractivo turístico y por eso algunas personas piden protegerlos.
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